Es posible que la principal causa de que la humanidad ‘se vuelva gris’ sea el estrés, advierten los científicos. Para la profesora de escritura de 32 años que también vio aparecer sus primeras canas durante la pandemia tal explicación tiene mucho sentido.
Ahora, no es un secreto que el estrés puede manifestarse en el cuerpo humano de varias maneras, provocando acné o inflamación crónica.
La aparición de canas es una parte normal del envejecimiento. Este proceso empieza una vez que la persona cumple 30 años. Si arranca antes de esa edad se trata de un caso de encanecimiento prematuro. La genética es el principal factor que determina el momento en el que salen las primeras canas.
"Cada folículo piloso tiene células de pigmento, que se llaman melanocitos, y con el tiempo estos mueren", explicó Shilpi Khetarpal, dermatóloga estadounidense de la clínica Cleveland Clinic.
Cuando mueren se reduce la cantidad del pigmento en el cabello que aclara mechas, volviéndolas grises. La gente puede comenzar a ver sus primeras canas después de seis a ocho semanas tras vivir un factor estresante significativo.
Por ello, tiene mucho sentido que la gente solo ahora, a unos meses después de que se introdujese el cierre, se diera cuenta de un aumento del cabello gris. En este caso no importa si tus genes fueron programados de tal manera para que empieces a encanecer a los 35 años, advierte el medio. Uno puede ver las primeras canas antes de lo previsto si el organismo se siente particularmente exhausto.
Si bien los científicos coinciden en que el estrés y el encanecimiento están relacionados, el mecanismo biológico que vincula estas dos cosas aun es difícil de explicar. Algunos expertos sugieren que el cortisol, la hormona del estrés, afecta a los melanocitos de los folículos pilosos, mientras que otros afirman que la actividad de los radicales libres —moléculas inestables que dañan las células— causada por una inflamación afecta la salud de cabello.
Aún más sorprendente es la conclusión de que no es el cortisol el culpable de la muerte de estas células madre, sino otra hormona: la noradrenalina, también conocida como la norepinefrina. La diferencia entre el cortisol y la noradrenalina es importante, ya que están vinculados a diferentes tipos de estrés.
Según Khetarpal, el cuerpo libera noradrenalina cuando está sufriendo un estrés agudo caracterizado por la existencia de una amenaza emocional o física inmediata, o un evento traumático en desarrollo como, por ejemplo, la pandemia global. Como resultado, la liberación de la noradrenalina puede acelerar el ritmo cardíaco, hacer que las palmas suden y, aparentemente, causar encanecimiento. Y el cortisol, a su vez, tiende a aumentar más gradualmente como causa del estrés crónico, pero con el que las personas sufren frecuentemente en el trabajo.