Pushkov hizo referencia las palabras del portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, quien contó cómo hace 30 años, en una reunión con las autoridades de la República Federal de Alemania o Alemania Occidental en Arjyz, el entonces líder soviético aceptó la entrada de una Alemania unida en la OTAN.
"No fue un disparate lo que tuvo lugar en Arjyz, sino un drama histórico. (...) Fue un total fracaso de su política [de Gorbachov] y una negativa a proteger los intereses nacionales del país", dijo Pushkov.
"Las negociaciones sobre Alemania tuvieron lugar en 1989-1990, cuando la situación en la URSS todavía estaba bajo control. Este argumento solo agrava la evaluación de la política de Gorbachov: era insostenible no solo fuera, sino también dentro del país", comentó.
El senador enfatizó en su artículo para Moskovski Komsomolets que era posible que Alemania permaneciera en la OTAN y Moscú recibiera garantías de que el bloque no se expandiría hacia el este. Si la URSS hubiera adoptado una posición más dura, las autoridades de Estados Unidos estaban listas para esto. En particular, el entonces secretario de Estado James Baker propuso dejar las tropas soviéticas en Alemania.
Pushkov resumió que fue entonces cuando se sentaron las bases de un nuevo orden europeo, extremadamente desfavorable para la Unión Soviética, y llamó a aprender de las lecciones de la "rendición de julio" en Arjyz.
En julio de 1990, en la residencia del Gobierno soviético en Arjyz, Helmut Kohl y Mijaíl Gorbachov solucionaron la cuestión alemana. Gorbachov se comprometió a retirar las tropas soviéticas de Alemania hasta 1994 y aceptó la entrada de la Alemania unida en la Alianza del Atlántico Norte sin poner ninguna condición.