Seguridad frente a intimidad. Eterno debate sobre las medidas de vigilancia, representadas bajo la figura de las cámaras en la calle o las aplicaciones de rastreo, tan de actualidad desde la llegada del coronavirus. Ahora, a esta discusión, se suma la última propuesta del Gobierno de España.
Además del reconocimiento facial, la tecnología también serviría para evitar los robos en grandes reuniones como festivales o fiestas populares. "Se prevé que la solución innovadora pueda basarse, de manera general, en un sistema tecnológico formado por elementos de marcado de bajo coste —señuelos— y, a ser posible, reutilizables, instalados en los objetos de valor susceptibles de ser sustraídos —teléfonos móviles, carteras, etc.—, así como un sistema de detección de los elementos de marcado para instalarse en los puntos de salida del evento".
"Su propósito es proporcionar a los agentes que controlan los puntos de salida del evento alertas para detener a personas que porten dichos señuelos cuya sustracción haya sido denunciada durante la celebración del evento", explican en el documento.
El proyecto todavía está en fase embrionaria y no existe una tecnología seleccionado para este cometido. Motivo por el que el Ministerio del Interior ha firmado un convenio con el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial para desarrollar el sistema.
Sistemas que generaron controversia a nivel global. El reconocimiento facial está en el punto de mira, independientemente de quien lo vaya a utilizar. Es más, compañías como Microsoft, IBM y Amazon han prohibido la venta de determinadas herramientas a la policía estadounidense tras la muerte de George Floyd. Sin duda, el debate sobre primar la seguridad sobre la intimidad de las personas está más vigente que nunca.