"Será un sistema de misiles dotado de la ojiva de reentrada múltiple, como la del Yars, pero probablemente con mayor número de bloques de misiles. Ante los diseñadores se plantean la tarea de aumentar la precisión de lanzamientos y la carga útil, conservando las actuales características de la masa total, que no puede superar las 1,2 toneladas. También convendría aumentar el alcance de los actuales 12.000 kilómetros, que tiene el Yars, a unos 16.000", dijo.
Según experto, el desarrollo del nuevo sistema puede llevar unos 10 años, que se necesitarán para diseñarlo, crear ejemplares experimentales y la respectiva infraestructura y organizar su fabricación.
"Es de tener en cuenta que los ataques lanzados desde los submarinos estadounidenses provistos de misiles nucleares pueden alcanzar territorio ruso en unos 10 o 12 minutos, lo que de hecho imposibilita derribar misiles en vuelo, por lo cual debemos prepararnos para lanzar un ataque de respuesta de gran profundidad", explicó.
El Yars (RS-24) es un misil balístico intercontinental de combustible sólido con la ojiva de reentrada múltiple, de emplazamiento terrestre móvil y en silos. El Ministerio de Defensa de Rusia, al incorporar este sistema a los arsenales de las Tropas de Misiles de Designación Estratégica, señalaba su importancia para el fortalecimiento del potencial ruso de disuasión nuclear.