Mascarillas de diseño y distanciamiento social: así es la fiesta de quinceañera durante la pandemia

Para muchas jóvenes, la fiesta de quince años es igual de importante que la boda o el primer parto. Incluso durante la pandemia, sus familias intentan convertirla en un día inolvidable.

Las mascarillas de diseño se convirtieron en uno de los elementos esenciales de la festividad.

Antes de la pandemia, la fiesta solía incluir una danza en grupo alrededor de la quinceañera, en la que participaban 14 parejas. En cuanto a la propia joven, interpreta su primer baile como mujer junto a su padre.

Durante la pandemia, ya no hay tantos invitados, aunque esto no estropea la diversión.

Thaidelen González se prepara para una sesión de fotos con motivo de su cumpleaños número 15.

Esta tradición proviene de las culturas azteca y maya, que tenían sus propios ritos de pubertad. Los conquistadores, a su vez, adaptaron la tradición indígena, agregando lo que hoy conocemos como la misa de quince años.

Sofía Valenzuela, antes de participar en una sesión de fotos con motivo de la fiesta de quince años.

Pese a que al principio solo las familias ricas podían permitirse celebrar una fiesta así, se hizo más democrática con el paso del tiempo.

Sofía Valenzuela posa durante una sesión de fotos celebrada en una playa.

La ceremonia de las quince velas es una parte clave de la festividad. La quinceañera entrega las velas a los familiares y amigos que la han acompañado desde la infancia. Otra curiosa tradición es el llamado cambio de zapatillas. La joven se pone unos tacones, algo que simboliza que pasa de adolescente a mujer.

La situación epidemiológica en Cuba ha mejorado considerablemente en el último mes. El 19 de julio, la isla reportó el primer día sin nuevos contagios por primera vez en cuatro meses. Sin embargo, las medidas sanitarias como el uso de mascarillas o el distanciamiento social siguen en pie.

El sistema de salud cubano, inspirado en el modelo soviético, ha mostrado buenos resultados en la lucha contra el COVID-19. Cabe señalar que el gasto público en sanidad alcanza el 10% del PIB del país caribeño, lo que es una cifra récord para América Latina.