Todo empieza con una reunión familiar más. Suena el timbre, se abre la puerta, la anfitriona se queja del retraso. No faltan el beso y el abrazo reglamentarios, eso sí, sin la mascarilla. Ya estamos en casa, todos a salvo, nos relajamos y las medidas de seguridad nos pueden parecer innecesarias. "Felicidades papiiii", más besos y abrazos. Es el cumpleaños del mayor de la familia. Los invitados comparten un cócktel, se tocan, llega el momento de soplar las velas y el de abrir los regalos, pero el último es un regalo sorpresa que pensamos que no vamos a recibir, porque en casa, nos sentimos protegidos de todo.
Es precisamente lo que vemos en la siguiente imagen, como el cumpleañero hace uso de su regalo entubado en la unidad de cuidados intensivos de un hospital, mientras se escuchan los pitidos de los monitores cardíacos, que indican que aún sigue con vida, pero ha contraído el COVID-19.
Por ello todos debemos tener muy presente el último mensaje de este vídeo: "Disfruta de los tuyos respetando las medidas de seguridad contra el COVID-19, siempre".