"Cumpliremos la fecha que el TSE y la Asamblea (parlamento) fijen para las elecciones. Cualquiera sea esa fecha, el Gobierno llama a impulsar entre todos la reactivación económica, la lucha contra el virus y la consolidación de la democracia", dijo Áñez en la red social Twitter.
Cumpliremos la fecha que el @TSEBolivia y la Asamblea fijen para las elecciones. Cualquiera sea esa fecha, el Gobierno llama a impulsar entre todos la reactivación económica, la lucha contra el virus y la consolidación de la democracia.
— Jeanine Añez Chavez (@JeanineAnez) July 23, 2020
La referencia presidencial a una decisión que debería ser tomada por el TSE y la Asamblea provocaba dudas sobre su posición definitiva porque el órgano electoral dijo que no requería la aprobación parlamentaria para su decisión de posponer los comicios por seis semanas, hasta el 18 de octubre.
El también expresidente Jorge Tuto Quiroga (2001-2002), candidato de una coalición de fuerzas derechistas, aplaudió el aplazamiento electoral como un "triunfo de la vida sobre el capricho", dejando abierta la posibilidad de futuros cambios del calendario para que la votación se realice "cuando se minimice riesgo a la salud".
El principal descontento entre los candidatos presidenciales de la derecha era el exlíder cívico Luis Fernando Camacho, quien calificó al presidente del TSE, Salvador Romero", como "un niño caprichoso" porque habría tomado la decisión de la postergación electoral sin respaldo técnico.
"El TSE no es su juguete sino una institución. La fecha debe fijarse según criterios técnicos sanitarios", escribió Camacho en Twitter.
Morales afirmó que el alargamiento del período electoral daría al Gobierno de Áñez "más tiempo para continuar con la persecución contra dirigentes sociales y contra candidatos del MAS-IPSP".
Los líderes masistas del parlamento no se manifestaron de inmediato sobre la nueva fecha de la votación que pondría fin al período de transición de la presidenta Áñez.