La idea de enviar globos a la estratosfera para brindar conexión a internet a los usuarios en tierra suena a ciencia ficción, pero es tan real como el dispositivo en que estás leyendo esto.
Allí Loon coopera con Telkom Kenya, uno de los principales operadores de telecomunicaciones del país africano, con el objetivo de garantizar internet 4G asequible a las comunidades desprovistas de conexión o con una conexión insatisfactoria.
El responsable de este proyecto es Alastair Westgarth. El CEO del negocio independiente Loon ha pasado en solo siete años de oír hablar con escepticismo de la idea de establecer conexión a internet por estaciones aéreas a tener lo que considera la clave de la "tercera capa del ecosistema de conectividad de la tierra en la estratosfera". Las otras dos serían las antenas de telefonía móvil y la conexión por satélite.
Las estructuras consisten en globos mylar de helio que flotan a unos 20 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. Cada uno de ellos lleva un router de Internet, un panel de energía solar y una batería. Google planea una red de Loons que se comunican con la tierra y con otros Loons.
Una de las grandes ventajas de este sistema de conexión por globos es su flexibilidad y movilidad. Las antenas de telefonía móvil son fijas, mientras que los vehículos de Loon pueden desplazarse fácilmente en caso de que se produzcan desastres naturales, explica Westgarth.
Por si fuera poco, "las estaciones base flotantes tienen una cobertura mucho más amplia, unas cien veces el área de una antena de telefonía móvil tradicional", cita Reuters al CEO de Loon.
"Se trata de una primicia en muchos sentidos: el primer uso no urgente de Loon para proporcionar conectividad a gran escala, la primera aplicación de internet con globos en África y el primero de lo que serán muchos despliegues comerciales en todo el mundo", escribe el propio Alastair Westgarth.