"De los 72 establecimientos que se habilitarán en el país, 57 estarán dirigidos a la venta de alimentos y aseo, y 15 para productos de ferretería", subrayó Ana María Ortega, directora general de Tiendas Caribe, en declaraciones emitidas a la prensa local.
Ortega, junto a Héctor Oroza, presidente de la corporación Cimex, las dos cadenas que administrarán estas ventas, dieron detalles del funcionamiento de estos establecimientos, 14 de ellos ubicados en la capital cubana, y al menos dos en cada provincia del país.
También se precisó que los precios de los productos estarán sujetos a variaciones, en dependencia del comportamiento de los precios internacionales.
En la sesión extraordinaria del Consejo de Ministros efectuada el pasado 17 de julio, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel advirtió de la necesidad de recaudar divisas fuertes "para usarlas en el fortalecimiento de la economía".
El impacto inmediato se pudo constatar en un recorrido hecho por Sputnik por varias de estas tiendas, donde habían significativas filas de personas dispuestas a comprar en monedas fuertes, en muchos casos por ser beneficiarios de remesas recibidas desde el exterior.
Esta medida —agregó el presidente Díaz-Canel— "aunque parezcan que benefician a pocos, en realidad, a la larga, benefician a muchos, debido al impacto en la economía nacional".
En su intervención, el mandatario reconoció además que muchas de las tiendas en Cuba se encuentran parcialmente desabastecidas, debido "a la persecución financiera de Estados Unidos hacia Cuba, que ha arreciado durante estos meses de impacto de la pandemia de COVID-19".
El mandatario isleño rechazó además las campañas emprendidas en las redes sociales por algunos sectores que se oponen a la Revolución cubana, que hablan de una probable dolarización de la economía en la isla.
Además de la presencia en el mercado cubano de tiendas en MLC, se mantendrán los establecimientos que venden sus productos en moneda nacional (peso) y en monedas fuerte (CUC).