Tras la declaración, la abogada del senador, Luciana Pires, explicó que Flávio Bolsonaro "negó" que en su momento hubiera alguna filtración por parte de la Policía Federal que le pudiera haber ayudado, y que "nunca" tuvo ningún conocimiento de la operación anticorrupción "Furna da Onça" (cueva del jaguar), según recoge el diario Folha de Sao Paulo.
El empresario Paulo Marinho (integrante del conservador Partido de la Social Democracia Brasileña y antiguo colaborador de la familia Bolsonaro) dijo en una entrevista hace semanas que un comisario de la Policía Federal avisó a Flávio de que estaban preparando una operación anticorrupción contra parlamentarios de la Alerj que le afectaría, lo que le permitió anticiparse y echar a Queiroz antes de que estallara el escándalo.
El aviso de que habría movimientos policiales se habría producido entre el primer y el segundo turno de las elecciones presidenciales de 2018 y la operación en sí se lanzó en diciembre, poco después de que Bolsonaro ganara los comicios; según Marinho los policías no actuaron antes para no perjudicar la candidatura del ultraderechista.
El procurador de la República Eduardo Benones, que participó en el interrogatorio a Flávio Bolsonaro, aseguró que ahora serán interrogados los agentes de la Policía Federal que participaron en la operación que presuntamente el hijo de Bolsonaro conoció con antelación.