El Mercosur —integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay— atraviesa una etapa de alta disonancia entre sus miembros debido a las diferencias políticas de los mandatarios de Brasil y Argentina. Tales diferencias volvieron a manifestarse en los últimos días, luego de que el Ejecutivo brasileño conducido por Jair Bolsonaro anunciara el aumento de la cuota de importación de trigo que entra al país sin pagar el Arancel Externo Común (AEC) establecido por el bloque.
"El cupo que Brasil autorizó para comprar trigo extra Mercosur en este caso fueron 450.000 toneladas que se suman a una decisión que ya había tomado en el 2019 de otro cupo de 750.000 toneladas. Eso quiere decir que el país podría comprar este cupo de importaciones sin el AEC que para el trigo es de 10%", explicó a Sputnik la economista argentina radicada en Uruguay Rosario Campos.
Según la consultora, si bien el arancel fue acordado a nivel comunitario como parte de la Unión Aduanera, esta es "imperfecta". Por esto tiene múltiples perforaciones que se manifiestan, por ejemplo, en el tamaño de los aranceles, que varían entre los países más grandes (Argentina y Brasil) y los más pequeños (Paraguay y Uruguay), así como también en la posibilidad de realizar acciones unilaterales como la de Brasil.
De todas formas, la decisión de Brasilia no afecta de forma sustancial la exportación argentina siempre y cuando no siga aumentando el cupo por fuera del AEC.
Para la especialista el tema debería haberse manejado bilateralmente "pero se ve que no se pusieron de acuerdo o Brasil decidió hacer esta jugada".
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