Desde el 15 de julio, Open Arms gestiona un hospital de campaña en Torres de Segre, en la comarca del Segrià, en la provincia de Lleida, para brindar atención a los temporeros de fruta, en su mayoría inmigrantes, que hayan dado positivo en las pruebas del COVID-19, que sean asintomáticos o con síntomas leves.
"El objetivo de este pabellón es acoger a los temporeros de la fruta que den positivo", explicó Joan Carles Miró, alcalde de Torres de Segre.
El hospital tiene capacidad para atender a unas 36 personas como máximo y cuenta con un área de ingreso para los pacientes, duchas y comedores.
"Estamos aplicando exactamente la misma metodología que estábamos aplicando en el barco porque es el mismo tipo de servicios, pero con un espacio mucho más amplio. Estamos acostumbrados a gestionar el mismo servicio con 300 o 400 personas a bordo del barco con un espacio muy reducido y aquí estamos, como podéis ver, en un espacio más amplio", indicó Albert Mayordomo, coordinador de COVID-19 de Proactiva Open Arms en Lleida, una ONG que desde 2015 se ha dedicado a rescatar a inmigrantes que naufragan en el mar en su intento por llegar a Europa.
Esta labor de Open Arms en Torres de Segre, un municipio en la comarca del Segrià, permitirá brindarle atención a los trabajadores temporales de la fruta, que durante cada campaña de recolección moviliza a unos 35.000 temporeros, muchos de ellos inmigrantes que son contratados de forma irregular, que viven en condiciones donde no es posible garantizar las medidas de distanciamiento social y que ha provocado que muchos de ellos se enfermen de coronavirus.
Torres de Segre forma parte de los ocho municipios de Lleida donde se han aplicado nuevas medidas de restricción de movilidad desde el 13 de julio para frenar la propagación del coronavirus. La comarca del Segrià ha registrado unos 16 brotes activos. Unas 1.857 personas han dado positivo y dos han fallecido.