El detonante de turno fue la aplicación en el municipio San José Villanueva (occidente) de un Cerco Epidemiológico Inteligente (CEI), un modelo desarrollado por un equipo de la Universidad Francisco Gavidia (UFG), dirigido por el doctor Oscar Picardo.
El ensayo, implementado por una alcaldía opositora y con el respaldo de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), irritó en particular al presidente Nayib Bukele, que arremetió contra la iniciativa ajena a través de sus redes sociales.
"Llamen a las potencias mundiales: ¡El loco de la Gavidia (en alusión a Picardo) y Erick Salguero (presidente de Arena) encontraron la solución a la pandemia! Van a causar una masacre. Aun mayor de lo que ya causaron. ¿Cuándo concentraron tanto poder estos imbéciles?", explotó el jefe de Estado en su cuenta de Twitter.
Llamen a las potencias mundiales:
— Nayib Bukele (@nayibbukele) July 5, 2020
¡El loco de la Gavidia (que decía que el #COVID19 se acababa el 1 de julio) y @ErickRSalguero, encontraron la solución a la pandemia!
Van a causar una masacre. Aún mayor de lo que ya causaron. ¿Cuándo concentraron tanto poder estos imbéciles?
El insulto contra el doctor Picardo, uno de los científicos más prestigiosos de El Salvador, indignó especialmente a la comunidad académica, aunque el aludido se limitó a pedirle al presidente qué fundamentara sus críticas al CEI.
"¿Qué tiene de malo esto? ¿Por qué cree que causará una masacre? ¿No estará causando más daño su enfoque? No entiendo por qué rechaza otra propuesta que no sea la suya ¿Está satisfecho con sus resultados?, ¿Por qué rechaza todo sin leer, sin conocer, sin comprender?", emplazó Picardo en una carta pública al mandatario.
Carta a su alumno @nayibbukele, del profesor @OscarPicardo pic.twitter.com/pR1Yjs4XvG
— Paolo Luers (@paololuers) July 6, 2020
Bukele no respondió, ni mencionó más el asunto.
¿Cómo arrinconar al COVID-19?
Han pasado tres semanas desde que culminó la cuarentena domiciliar impuesta a fines de marzo, y con la tibia reapertura de la economía sobrevino un repunte en los casos de COVID-19, que rondan los 20.000 entre confirmados y sospechosos.
Ante este escenario, la administración Bukele solicitó el pasado 2 de julio a la Asamblea Legislativa la aprobación de un régimen de excepción que restrinja por 15 días las garantías constitucionales de libre movilidad y reunión.
"El Ejecutivo necesita 15 días exactos para que las personas contagiadas se curen y que podamos eliminar en un alto porcentaje el virus. No necesitamos 12, no necesitamos 10, necesitamos 15 días", recalcó entonces Javier Argueta, asesor jurídico de la Presidencia.
Sin embargo, los diputados exigen un plan de acción que justifique un encierro toral, y a falta del mismo, proponen la adopción de cuarentenas focalizadas en las áreas donde el Ministerio de Salud Pública detecte la mayor concentración de contagios.
El funcionario admitió que este tipo de intervenciones podrían ayudar, pero no frenar la cantidad de casos que amenazan con colapsar el sistema de salud, pues mientras exista cierta apertura, habrá desplazamiento de personas, y por ende, del virus.
La clave está en educar
Ante este panorama, al doctor Picardo le quedó claro que el triunfo sobre la pandemia pasa por descentralizar las acciones para enfrentarla, y por educar a la ciudadanía.
"En los niveles de atención primaria de salud, sobre todo comunitarios, conocen mejor qué pasa en el terreno, y al tener más información de primera mano puede identificar dónde hacer más y mejor trabajo epidemiológico de campo", explicó Picardo a Sputnik.
El director del Instituto de Ciencia, Tecnologías e Innovación de la UFG valoró el avance logrado en San José Villanueva, donde ya existe un mapa interactivo de casos que permite un abordaje más eficaz y personalizado.
Picardo precisó a Sputnik que el CEI parte del mencionado mapa interactivo de casos, sigue con una campaña de educación en negocios y viviendas para identificar riesgos, y continúa la entrega de un kit de bioseguridad (mascarillas y alcohol gel).
El propósito, afirma, es que la gente aprenda y se cuide, que cambie hábitos sin caer en estigmas, y servir de complemento a las estrategias sanitarias del Gobierno central y de las alcaldías, que a la postre, conocen mejor que nadie sus peculiaridades.
"Al final, los resultados y la evidencia es lo que cuenta. Cada autoridad podrá decidir qué hacer y cómo hacerlo y, deberá responder con sus informes de eficiencia y eficacia del modelo utilizado. Los datos tendrán la palabra", aseguró el especialista.