El yacimiento fue el primer descubrimiento petrolero realizado por una compañía privada en el país latinoamericano desde la reforma energética de 2013. A partir de la instrucción de la Secretaría de Energía (Sener), Talos y Pemex deberán presentar en un plazo de 120 días hábiles un acuerdo para realizar las labores de extracción en esta zona de manera conjunta y coordinada.
"[El campo Zama], originalmente, bajo el proceso de la ronda cero Pemex no lo pidió y, en la primera licitación de la ronda uno, se le asigna a este consorcio de tres empresas de Estados Unidos. Cuando se da el descubrimiento, Pemex alega un interés de participación ahí porque hay un yacimiento compartido. Lo que hizo Pemex en la ronda cero fue quedarse con el área adyacente, entonces cuando se da el descubrimiento en el área colindante, Pemex empieza a reclamar interés sobre el yacimiento porque ellos están al lado", expuso.
Diversos expertos han señalado que la negociación ordenada por la Sener tendrá varias complicaciones, ya que ambas partes tratarán de imponer sus intereses sobre este descubrimiento, el cual ha sido considerado como uno de los pozos con mayor potencial de explotación para los próximos años.
No obstante, Talos Energy cuenta con la tecnología que le permitió perforar y descubrir el yacimiento en cuestión. Del mismo modo, sus directivos aseguran la capacidad de ejecutar el proyecto por cuenta propia, lo cual reafirmaron en marzo tras reunirse con la CNH.
Asimismo, poseen un dictamen de la empresa Netherland, Sewell & Associates, el cual concluyó que en el área adjudicada a Talos se ubica el 60% de los recursos del yacimiento compartido. Entre tanto, Pemex ha postergado desde diciembre la perforación de la zona colindante en su control para verificar esta misma cuestión.
"Típicamente, lo que ocurre es que, dentro de las coordenadas de las áreas asignadas, entre las dos empresas involucradas hacen mediciones geológicas con base en las perforaciones y con ello determinan los porcentajes que le corresponden a cada uno. Aquí, el problema es que Pemex, al no haber hecho la perforación de su lado, va a entrar a un proceso de negociación donde va a exigir cierto nivel de participación, pero sin tener los trabajos que se requieren para determinar cuál es ese nivel", explicó Víctor Gómez Ayala.
Para el analista de Finamex Casa de Bolsa, este punto es el de mayor controversia, ya que el acuerdo ordenado por la Sener es claramente favorable a los propósitos de Pemex.
Por su parte, Fausto Álvarez Hernández, extitular de la Unidad de Cumplimiento de Exploración y Producción de la CNH, consideró que la falta de exploración por parte de Pemex puede complicar la negociación sobre el proceso de unificación de Zama.
"Tanto Talos como Pemex han salido públicamente a decir que tienen la mayor parte del yacimiento. Yo le creo más a Talos porque al menos ellos tienen la información. Pemex no la tiene, porque la única manera de confirmar eso es perforando, y Pemex no ha perforado. Es importante que lo haga porque, el siguiente paso para llegar a un acuerdo de unificación es tener un plan de desarrollo aprobado por la CNH y Sener. En 120 días, Talos y Pemex tienen que presentarlo, pero ¿cómo van a poner un plan de desarrollo si Pemex no ha evaluado el yacimiento de su lado", cuestionó.
Pemex ha señalado a la CNH su intención de perforar un pozo en el área del yacimiento compartido, aunque en diciembre de 2019 postergó esa operación para destinar la plataforma destinada a este pozo en otra perforación ubicada en un sitio distinto.
Sobre esto, Fausto Álvarez advirtió que, si bien esa exploración es un punto necesario para discutir el plan de desarrollo del yacimiento compartido, es igualmente esencial para definir cuál de las dos empresas debe operar el campo.
"Si Pemex ni siquiera ha explorado, no ha podido evaluar y en 120 días tienen que presentar un plan de desarrollo, es prácticamente imposible que ambos coloquen un plan de desarrollo si Pemex no inicia cuanto antes sus labores de exploración y posterior evaluación de la información que obtenga", destacó.
"En dado caso de que no se pongan de acuerdo, el lineamiento establece que la Secretaría de Energía podrá poner los términos y condiciones de operación. Dentro de esas capacidades también se contempla la posibilidad de terminar la participación del operador privado. Entonces, si no se ponen de acuerdo, ambos dejarán en manos de la Sener la decisión sobre los términos y condiciones del acuerdo de unificación, así como la selección del operador. Ahí creo que Talos lleva las de perder", anticipó.
De completarse ese escenario, Víctor Gómez aseveró que se enviará otra señal negativa sobre las políticas del Gobierno en materia energética.
"La idea alrededor de la política energética en México ahora es restituirle ese poder hegemónico en los mercados energéticos que tenían las empresas estatales. A pesar de que a nivel global en esa industria es frecuente encontrar casos donde el operador local tiene trato preferencial, hay reglas. Lo que genera incertidumbre en el caso de México es que esas reglas cambian y están cambiando a favor de un operador. Creo que por ahí va más la señal que quiere mandar el Gobierno: a favor de Pemex, lo que sea necesario; en contra de Pemex, nada", señaló.