"Al igual que en todo el planeta, se contraerá la producción económica, afectando el empleo y el Estado tendrá menores ingresos para atender sus responsabilidades. Se estima que en Costa Rica los ingresos fiscales se reducirán en casi 1,2 millones de millones [de colones], es decir 3,3% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que representa tiempos muy difíciles", señaló Alvarado en un mensaje a los conciudadanos.
El mandatario advirtió que "la pandemia no ha terminado y no lo hará por meses".
"Será el mayor recorte del gasto público de nuestra historia", subrayó el mandatario, atribuyendo esta medida a la necesidad de bajar la presión de la deuda.
El presidente aseguró que el recorte no afectará los programas sociales ni las grandes inversiones.
Alvarado pidió al Congreso aprobar créditos con organismos multilaterales, para refinanciar la deuda existente sobre unas condiciones más favorables, y anunció negociaciones con el Fondo Monetario Internacional para lograr un crédito especial por $504 millones y poder contar con un acuerdo conocido como "Stand-By Arrangement" (SBA), indispensable para preservar la estabilidad económica de Costa Rica en los próximos años.
El Gobierno, según Alvarado, impulsará la reforma al empleo público, hará la contratación administrativa más rápida y más transparente y seguirá ejecutando sus proyectos de infraestructura en carreteras, puentes, escuelas, acueductos y hospitales, que generan empleos, bienestar y mayor competitividad productiva.