"A Iván se le presentaron cargos, se declaró inocente", dijo el abogado.
Agregó que "los cargos no están claros. No está claro quién, según la investigación, reclutó a Iván, así como qué tipo de información, a quién, cómo y cuándo la transmitió".
Al mismo tiempo, unos 50 periodistas se reunieron este 13 de julio frente al edificio de prisión preventiva en el distrito de Lefórtovo para apoyar a Safrónov.
A su vez, una serie de periodistas de los medios rusos RBC, Moskovski Komsomolets y Rossiyskaya Gazeta grabaron un vídeo en apoyo a Safrónov, denunciando la falta de la transparencia en el caso.
Además, Iván Pávlov indicó que los especialistas del Servicio de Seguridad Federal (FSB) ruso no encontraron materiales que contengan secreto de Estado en artículos de Iván Safrónov.
"Los especialistas del Instituto de Criminalística del FSB no hallaron información que contenga secretos de Estado en las publicaciones de Safrónov", dijo Pávlov a la prensa.
En este contexto, añadió que los investigadores insisten en que "el crimen que presuntamente cometió [Safrónov] no estaba vinculado con sus actividades profesionales".
Pávlov indicó que, según los investigadores, Safrónov utilizaba el software VeraCrypt para cifrar la correspondencia con los servicios especiales checos.
Al mismo tiempo, el abogado aseguró que Safrónov está dispuesto a colaborar con los investigadores.
"Nunca renunciamos a una cooperación constructiva con nuestros oponentes procesales", dijo.
Pavlov destacó que Safrónov no ha declarado todavía en el juicio.
Los investigadores sospechan que Safrónov estaba conectado a una de las agencias de inteligencia de la OTAN a la que supuestamente entregaba información sobre la cooperación técnico-militar de Rusia, la defensa y la seguridad nacional.
Según la defensa, la investigación considera que Safrónov colabora con los servicios especiales de la República Checa desde 2012, a través de los cuales entregaba información relativa a la cooperación técnico-militar entre Rusia y países africanos, al destinatario final, EEUU.
El propio sospechoso opina que el caso tiene que ver con uno de sus artículos en el periódico Kommersant.
La editorial Kommersant tachó de absurdas las acusaciones contra su antiguo colega, a su vez, el periódico Vedomosti, con el que Safrónov también había colaborado, declaró que "es un patriota de su país" y llamó a que todas las circunstancias del caso se analicen "de manera imparcial y con estricto cumplimiento de la ley".