Alberto Núñez Feijóo gana su cuarta mayoría absoluta en Galicia. La gran sorpresa de la noche la ha dado el BNG, que ha subido 13 escaños con respecto a las elecciones del 2016 y se consolida así como líder de la oposición. Podemos se descalabra y no obtiene ni un solo escaño, con lo que desaparece del Parlamento gallego.
La mayoría absoluta se sitúa en los 38 escaños por lo que Fejióo volverá a ser el presidente de la Xunta de Galicia sin necesitar el apoyo de otras formaciones.
En segunda posición queda el Bloque Nacionalista Galego (BNG), formación progresista que consigue 19 escaños con el 23,1% de los votos, un espectacular crecimiento si se tiene en cuenta que en las últimas elecciones, en el año 2016, sólo consiguieron tres asientos.
El tercer puesto es para el Partido Socialista de Galicia, que consigue 14 escaños gracias al 19,31% de los votos, prácticamente los mismos que hace cuatro años, aunque ahora los nacionalistas del BNG les adelantan como principal fuerza de la oposición.
Galicia tiene un mapa político muy diferenciado del sistema de partidos a nivel nacional, lo que se evidencia en que partidos muy importantes en el resto del país como los izquierdistas de Podemos, los liberales de Ciudadanos o los ultraderechistas de Vox se quedan sin representación.
Feijóo era una de las personas mejor posicionadas para suceder al expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como líder de los conservadores tras su marcha en 2018, pero finalmente el dirigente gallego decidió no participar en las primarias, posponiendo su salto nacional.
A la larga ese movimiento puede ir a su favor, ya que el actual líder del partido, Pablo Casado, se presentó a las elecciones generales con el lastre enfangada salida de Rajoy a sus espaldas, algo que sin duda tuvo que ver con que lograra uno de los peores resultados de la historia de la información.
Además, mientras Casado tiene un perfil más escorado a la derecha, Feijóo se mostró siempre favorable de intentar ensanchar el partido hacia el centro, defendiendo incluso la búsqueda de una gran coalición con el Partido Socialista, un discurso que ahora se ve reforzado por su victoria.