"Construir un puerto moderno en tres etapas, como se concibió, estaba dentro de una estrategia que contaba con la expansión del Canal de Panamá, algo que a su vez responde a la expansión del comercio mundial, a la globalización, y sobre todo, a la modernización y crecimiento de los sistemas de transporte marítimo", explicó Juan Triana Cordoví, profesor e investigador del Centro de Estudios de la Economía de Cuba (CEEC) de la Universidad de La Habana, en diálogo con Sputnik.
La Terminal de Contenedores de Mariel, que funciona en el puerto, es una empresa cubana administrada a largo plazo por PSA International, de Singapur, uno de los operadores portuarios más grandes del mundo.
Según Triana Cordoví, con la ampliación del canal panameño, ahora capaz de asimilar barcos que pueden mover hasta tres y cuatro veces el volumen de carga que asumía antes, hubo una expansión del comercio y de las tecnologías de transportación, lo que permitiría que en un puerto como el de Mariel se pueda realizar la logística del acomodo y reubicación de carga, algo clave para el comercio marítimo.
Muy cerca de la terminal de contenedores de este puerto cubano está enclavada la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), proyecto dirigido a fortalecer la economía, incrementar la capacidad de exportación, establecer mejoras tecnológicas, expandir la industria e incrementar la inversión extranjera en la isla, así como fomentar los vínculos económicos y comerciales con el exterior, a las puertas del Canal de Panamá.
Bloqueo de EEUU
Triana Cordoví indicó que la única limitación que sufre Mariel es el bloqueo económico, comercial y financiero que EEUU impone a Cuba desde hace casi 60 años, y que entre otras cosas prohíbe que barcos que toquen puertos de la isla ingresen a centrales marítimas estadounidenses.
El bloqueo frena "las potencialidades y posibilidades del puerto de Mariel. Solo piensa en la carga que mueve una empresa [estadounidense] como Walmart: miles de contenedores todos los días, acomodos de carga, y, a pesar de la corta distancia, Cuba no puede participar", ejemplificó.
"Con esas limitaciones tendremos que vivir en el futuro más inmediato —apuntó el investigador—, con esta y con otras administraciones en la Casa Blanca y sus políticas hacia Cuba, que no permiten definir una proyección estratégica contando con ese mercado estadounidense".