Floyd murió después de que un oficial de Policía blanco se arrodilló sobre su cuello durante casi nueve minutos luego de arrestarlo y mantenerlo esposado boca abajo en el suelo de un estacionamiento.
"Floyd no dijo 'No puedo respirar' varias veces, como mostraron los vídeos anteriores, sino más de 20 veces en total", escribe el periódico.
Antes de perder la vida el hombre murmuró: "Me matarán, me matarán", agrega.
En respuesta, según el vídeo, un oficial le gritó que "deje de hablar" porque "se necesita muchísimo oxígeno para hablar".
El agente policial que se arrodilló en el cuello de Floyd fue Derek Chauvin, acusado de homicidio en segundo grado, mientras que otros tres oficiales involucrados recibieron cargos por complicidad en un homicidio en segundo grado.
Los cuatro policías fueron relevados de sus cargos tras la divulgación del vídeo y ahora enfrentan penas de hasta 40 años de prisión.
La muerte de Floyd detonó amplias protestas en EEUU, reavivando las polémicas sobre la discriminación racial y las demandas de retirar los monumentos en honor a la Confederación y demás símbolos del legado esclavista.