El diccionario australiano de la lengua inglesa Macquarie proclamó la cultura de cancelación como la expresión del año 2019. Así se define la sociedad que boicotea a las figuras públicas por haber dicho o hecho algo incorrecto.
"El intercambio de información e ideas libre, que es el alma de la sociedad liberal, se hace cada día más restringido. Aunque la llegamos a esperar de la derecha radical, la censura se expande también más ampliamente en nuestra cultura: una intolerancia de las opiniones opuestas, una moda de vergüenza pública y ostracismo, así como la tendencia de disolver los asuntos políticos complicados en una ciega certeza moral", declararon los autores de la carta.
También expresaron preocupación por los castigos desproporcionados y apresurados por los discursos y pensamientos considerados incorrectos.
"Los editores se despiden por ocuparse de obras controvertidas, los libros se retiran por una supuesta falta de autenticidad, a los periodistas se les prohíbe escribir sobre ciertos temas, los profesores son investigados por citar obras literarias en clase, un investigador despedido por hacer circular un estudio académico evaluado por sus colegas, los jefes de organizaciones expulsados por lo que a veces no es más que un torpe error", denunciaron los firmantes de la carta, entre ellos la escritora Margaret Atwood y el lingüista y filósofo Noam Chomsky.
Rechazaron también "cualquier elección falsa entre la justicia y la libertad que no pueden existir una sin otra".
"El modo para derrotar las malas ideas es exponerlas, debatirlas y persuadir y no intentar silenciarlas", subrayaron los autores de la carta.
Ante las masivas protestas algunos productores hicieron cambios en sus marcas consideradas 'racistas'.
La plataforma estadounidense de películas y series HBO Max retiró el drama Lo que el viento se llevó por temas racistas en la obra y lo devolvió acompañado de contexto explicativo.
Por todo el mundo se destruyen y se vandalizan los monumentos percibidos como racistas.