En el período de construcción liderado por Francia (1881-1903) fueron registradas 6.280 muertes por fiebre amarilla, malaria, disentería, tuberculosis y neumonía, aunque se estima que pueden haber perecido unas 22.000 personas, cifra de mortalidad incluso mucho más elevada, en relación con la población que había en aquella época, que la que presenta actualmente el COVID-19.
Según historiadores locales, la disciplina en el combate del mosquito que transmitía la fiebre amarilla y el buen nivel de vida que tenía la población entonces, son dos aspectos clave que deja la construcción del canal para la lucha actual contra el COVID-19.
Sobre todo, consideran que, con la extrema marginalidad y desigualdad que existe en América Latina, donde hay por lo menos 186 millones de personas que viven por debajo de la línea de pobreza y 67,5 millones que se encuentran en condición de indigencia, los gobiernos no pueden exigir que las personas tengan una conducta disciplinada a la hora de cumplir con las medidas básicas de protección contra el COVID-19, como son los tapabocas y el lavado frecuente de manos.
Por su parte, el historiador y profesor de la gubernamental Universidad de Panamá y del Instituto América, Rommel Escarreola, dijo a Sputnik que en aquella época existía una disciplina para aplicar los protocolos que correspondían para combatir la fiebre amarilla, algo que en esta época no se aplicó con la misma firmeza.
"Hoy en Panamá ha habido errores garrafales en el manejo de la pandemia. No se han tomado los protocolos correctos. Se debieron haber cerrado las fronteras, aeropuertos y prohibido los carnavales", reflexionó.
En la misma sintonía, Arauz consideró que la educación y la comprensión son fundamentales para que las personas puedan actuar correctamente en el manejo de la pandemia.
"Es importante disciplinar sin represión en la población, pero para eso hay que dejar ciertas condiciones en las familias. Los gobiernos están actuando mezquinamente y eso nos está llevando a un contagio mayor diariamente", expresó.
Construcción del canal
La construcción del canal empezó en el siglo XIX, con la inversión de Francia, pero ese país tuvo problemas financieros y de corrupción, por lo que la obra fue finalmente suspendida el 15 de mayo de 1889, recuerda Arauz.
Arauz y Escarreola señalaron que el acierto de los estadounidenses para combatir la malaria y la fiebre amarilla no fue un acto fortuito, sino que aprovecharon la experiencia de los franceses.
"Los franceses tenían una gran cantidad de hospitales, pero no sabían que los mosquitos eran los transmisores de las enfermedades. EEUU tomó todos los ejemplos de los errores y los estudios médicos que habían hecho los franceses", afirmó Escarreola.
Luego de la bancarrota declarada por el país europeo, EEUU comenzó a construir el canal con inmigrantes negros, provenientes de las Antillas.
"La mayoría de la gente que murió por fiebre amarilla fueron negros que vinieron para la construcción del canal, afirmó Arauz.
Los que se encargaron de la construcción fueron militares estadounidenses, entre ellos el médico militar George W. Gorgas, quien fue designado en 1898 para participar en la guerra de independencia de Cuba (1895-1898), por la cual la isla se liberó del control español.
Quizás la experiencia de la construcción del canal, que este año celebra su centenario, y el combate a la fiebre amarilla y otras enfermedades, sirva al país centroamericano para evitar que el COVID-19 se convierta en una pesadilla para los panameños.