Mandetta dijo en declaraciones a la cadena Globonews que espera que el presidente se recupere y que tenga apenas síntomas leves, además de que "reflexione sobre las personas que no tienen acceso a una resonancia el primer día, a un médico privado (…) que haga las reflexiones necesarias" para poder prevenir otros casos.
El exministro dejó el cargo en abril después de numerosas tensiones por su forma de encarar la crisis sanitaria, sobre todo por su defensa de las medidas de aislamiento social, que siempre fueron cuestionadas por Bolsonaro.
El exministro también cuestionó el uso de la hidroxicloroquina para tratar la enfermedad, después de que Bolsonaro dijera que ya tomó los primeros comprimidos y que se encuentra bien.
"Se hace un uso politizado (del medicamento) como una válvula para que las personas se sientan seguras y puedan ir a trabajar", criticó el ministro.
Bolsonaro, de 65 años, dio positivo por COVID-19 este 7 de julio y pasará los próximos días trabajando en su residencia oficial, el Palacio de la Alvorada.