Según este mensaje, publicado en la revista Clinical Infectious Diseases, científicos de Australia y Estados Unidos señalaron algunos estudios que comprobaron la liberación del nuevo coronavirus al exhalar, hablar y toser en microgotas capaces de permanecer en el aire.
La OMS afirma que el SARS-CoV-2 se propaga a través de gotas grandes al respirar, especialmente cuando las personas poseedoras de este virus tosen o estornudan. Por ello, ha descartado la posibilidad de que su transmisión se dé a través del aire, con excepción de ciertos procedimientos médicos de alto riesgo.
En particular, la doctora Benedetta Allegranzi, líder técnico en el control de infecciones de la OMS, ha explicado que la evidencia de la propagación del virus por aire no era convincente.
"Especialmente en los últimos meses, hemos estado afirmando varias veces que consideramos que la transmisión aérea es posible, pero ciertamente no está respaldada por evidencia sólida o incluso clara. Hay un fuerte debate sobre esto", señaló.
Los científicos signantes de la carta establecieron que el nuevo coronavirus es transmitido por el aire y es capaz de infectar a las personas cuando se inhala, ya sea por medio de grandes gotas que se elevan por el aire después de un estornudo, o bien, por medio de gotas exhaladas mucho más pequeñas que pueden desplazarse dentro de una habitación.