La Iniciativa Europea de Pagos —EPI, por sus siglas en inglés— sería un "paso crítico y decisivo" para que los ciudadanos y las empresas de la UE puedan beneficiarse de "soluciones de pago rápidas, eficientes y confiable", consideró la Comisión Europea.
De momento, participan del acuerdo bancos de Bélgica, Francia, Alemania, España y los Países Bajos, entre los cuales se encuentran, BBVA, BNP Paribas, Commerzbank, Deutsche Bank, Santander, ING, UniCredit y Societe Generale. Se espera que el número de participantes se incremente en el futuro.
"La Iniciativa Europea de Pagos tendrá que hacer frente a la fragmentación en los pagos minoristas europeos y debería abarcar a todos los países de la zona euro, y eventualmente a toda la Unión Europea. La implementación efectiva prevista y un número creciente de participantes tienen el potencial de fortalecer el papel de los proveedores europeos", afirmó el miembro de la Junta Ejecutiva del Banco Central Europeo, Fabio Panetta.
Se espera que la EPI, que será un competidor directo de empresas estadounidenses como Visa y Mastercard, entre en pleno funcionamiento en 2022.