El mundo del fútbol está conmocionado ante la posibilidad de que Messi deje el Barça. Tras unas negociaciones de renovación que habían empezado bien, las tensiones y desacuerdos más recientes lo ponen todo en la cuerda floja.
El argentino está quemado con las filtraciones que salen del propio club y lo culpan de problemas ajenos a él. El deportista no quiere estar en el centro de ningún problema, ya que, como él dice, está ahí para algo muy diferente, que es ser la solución. Y así se lo ha trasladado a sus compañeros de equipo, tal y como informa la Cadena Ser.
Lo cierto es que el FC Barcelona está viviendo momentos de crisis entre el plantel y la directiva. Desde esta, cree Leo Messi, lo culpan de influir en las alineaciones y de forzar su titularidad y la de los jugadores de su entorno.
Aunque tienen mucho que perder, desde la dirección del club se mantienen positivos. Aseguran que no están informados de que las negociaciones se hayan detenido. Queda esperar a ver qué trae el 2021 al popular equipo.