"Todas las juntas de las prisiones se han manifestado partidarias del tercer grado por unanimidad en todos los casos", anunció en una rueda de prensa el máximo responsable de las prisiones de Cataluña, Amand Calderó.
Si la secretaría de Medidas Penales avala esta propuesta, los políticos catalanes condenados por el Supremo en octubre de 2019 pasarán a una situación de semilibertad.
El tercer grado les obligaría a dormir entre semana en un centro abierto o una cárcel, pero podría pasar los fines de semana en sus hogares.
También a los líderes de entidades independentistas Jordi Cuixart y Jordi Sànchez, condenados en la misma causa judicial a raíz del referéndum ilegal de independencia que se celebró en 2017 en Cataluña.
Las juntas de tratamiento de las cárceles de Lledoners (Barcelona), Puig de les Basses (Girona) y de Mujeres de Barcelona tuvieron en cuenta para su decisión el comportamiento de los internos y sus posibilidades de adaptarse al entorno fuera de prisión.
Desde el mes de marzo, los nueve líderes independentistas condenados por el Supremo de España ya se acogían a la opción de salir de la cárcel para trabajar o cuidar familiares.
Tras pasar más de dos años encarcelados, los políticos buscaron ocupaciones para flexibilizar su régimen penitenciario y salir de la cárcel durante unas horas al día, en el marco del segundo grado en que estaban clasificados.
El otorgamiento del tercer grado es una decisión que admite recurso por parte de la Fiscalía, primero en Cataluña, al juez de vigilancia penitenciaria, y posteriormente en última instancia ante el Tribunal Supremo.
Sin embargo, los presos independentistas podrán seguir disfrutando de este régimen mientras no se resuelvan los eventuales recursos.
Tras el anuncio de las prisiones este 2 de julio, los responsables del Gobierno catalán en materia de Medidas Penales deberán confirmar la propuesta en un plazo de dos meses.
El responsable de las prisiones de Cataluña afirmó durante su comparecencia que la ratificación de este tercer grado se hará lo más rápido posible, por lo que los presos podrían regresar a sus hogares en las próximas semanas.