Estos alimentos pueden provocar diferentes tipos de cáncer, por lo que es mejor disminuir su consumo.
Nueces
Nueces, granos, semillas y otros productos que contienen aceites vegetales en grandes cantidades pueden representar un peligro. En climas cálidos y húmedos en estos productos crecen moho y hongos que producen aflatoxinas. Estas toxinas se metabolizan por el hígado y pueden provocar el crecimiento de células cancerígenas.
Por lo tanto, es muy importante prestar atención a las condiciones de almacenamiento de todo tipo de nueces y semillas.
Pescado salado
Setas en lata
Pueden contener un conservante el formaldehído. Se añade a las conservas de hongos y pescado, mermeladas y jugos. El formaldehído mata todas las bacterias, principalmente las buenas. Se utiliza en la industria del curtido y en el enlatado. En las etiquetas del producto se designa como E240.
Papas fritas
Durante la fritura se produce la acrilamida, que es peligrosa. La mayor cantidad de cancerígeno se forma en el aceite quemado y de larga ebullición. Se encuentra también en las salchichas fritas, incluso en las chuletas de cerdo normales, todo tipo de Nuggets y fritos.
Café
Bebidas alcohólicas
El etanol es uno de los cancerígenos más conocidos. Así que todas las bebidas alcohólicas deben ser consumidas con precaución. El peligro del alcohol también radica en el hecho que activa la transformación de los procarcinógenos en formas activas, impide la digestibilidad de las vitaminas, los oligoelementos y otros nutrientes, y deprime el sistema inmunológico.
Carne roja
Salchichas y salchichones
Los productos cárnicos y embutidos enlatados se consideran cancerígenos para los seres humanos. En primer lugar, contienen carne roja, y en segundo lugar, durante el procesamiento de la carne se le añaden nitritos, que bajo la influencia del jugo gástrico se convierten en nitrosaminas cancerígenas. Con el consumo diario de 50 g de salchichas, la probabilidad de cáncer del intestino grueso aumenta en un 18%.