Si bien el mundo está mirando para otro lado cuando se trata del Acuerdo del Siglo presentado por el presidente de EEUU, Donald Trump, la coyuntura brindada por la pandemia del COVID-19 le ofrece a Israel una oportunidad extra, afirmó el experto en Medio Oriente.
"Si no hay cambio de planes creo que antes de que pase el mes de julio lo tenemos todo ya ventilado y nadie dirá nada. Y los que digan no tendrán una voz de referencia como para plantar cara", afirmó.
¿Obstáculo interno?
En las últimas horas el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, parece haber abonado la hipótesis de una acción rápida y contundente, al salir al cruce de su ministro de Defensa y socio en la coalición de Gobierno, Benny Gantz.
"Lidiar con el coronavirus y con sus consecuencias sanitarias y socioeconómicas es el asunto más urgente a tratar ahora mismo", dijo Gantz, según publicó The Times of Israel. Pero Netanyahu, para quien la anexión forma una parte crucial de su agenda política, no quiere demoras y le restó trascendencia a lo dicho por su aliado.
Por el contrario, aseguró que la opinión de Gantz "no es un factor" que determine el debate o los preparativos del plan. Así quedó consignado cuando pactaron un Ejecutivo común: ambos tienen poder de veto sobre todas las cuestiones gubernamentales, salvo en lo relativo a la anexión.
De acuerdo con la información disponible sobre el acuerdo gubernamental, el primer ministro puede presentar una propuesta al Gabinete o al Parlamento para empezar incluso sin contar con el apoyo de Gantz.
"ONU papel mojado"
El Acuerdo del Siglo legítima anexiones anteriores de Israel como la de los Altos del Golán perteneciente a Siria y las ocupaciones en territorios palestinos para establecer colonias judías. También determina que Jerusalén es la capital indivisible de Estado hebreo, contrariando todas las resoluciones de la ONU.
Sin embargo, esta nueva división propuesta por Washington reduce a 15% el control palestino en comparación con sus territorios históricos, perdiendo otro 7% de las fronteras fijadas por la ONU en 1967.
"La ONU es prácticamente papel mojado. Sus últimas actuaciones nunca han supuesto un cambio de paradigma en algún conflicto. Nada de lo que ha dicho ha variado ninguna política de las superpotencias o potencias medianas", sostuvo Saavedra.
El entrevistado consideró que "se está empezando a posicionar un nuevo orden mundial donde en vez de haber una potencia habrá dos o tres, pero no una Palestina".
"El día que ocupen o anexionen Cisjordania, Al Fatah [el histórico partido del presidente palestino Mahmud Abbas] no tiene más nada que hacer. Son los que controlan la Organización Palestina, entonces una vez que ya no se puedan administrar en Cisjordania, ¿qué razón tiene de ser", planteó el analista.