Y es que se prolongaron por un año más las sanciones impuestas a Rusia por lo que se califica en un comunicado de esa institución comunitaria, como la "anexión ilegal" de la península de Crimea. Una señal de que volver a la normalidad con el gigante euroasiático no es algo presente o prioritario en la agenda de las autoridades comunitarias.
"Es entendible que todas esas sanciones sigan, porque evidentemente la pandemia es algo temporal, pero las cuestiones de relaciones internacionales, de geopolítica, son algo que están y estarán después de la pandemia. Entonces, de ninguna manera desde la posición de la UE van a frenar sus acciones, perder el terreno o las posiciones que han ganado y han mantenido en los últimos años desde 2014", comentó a Radio Sputnik el analista geopolítico español Enrique Refoyo.
Y es que la potencia norteamericana se esforzó en sacar el máximo redito posible de la pandemia del coronavirus para avanzar en sus posiciones geopolíticas. Como ejemplo, Enrique Refoyo citó el caso de Venezuela, donde la presión norteamericana no sólo "no se detuvo, ni se aflojó, sino que incluso se incrementó".
En este contexto, no es casual la nueva medida que contribuye a "separar el lado de la UE con el lado de Rusia".