"Esta recuperación, compatible con crecimientos intertrimestrales relativamente elevados en la segunda mitad de este año, solo permitiría retornar a niveles de actividad próximos a los previos a la crisis hacia finales de 2022", afirma el organismo en su análisis anual de la situación económica en España.
Según las previsiones del Banco, la economía española podría llegar a caer hasta un 15,2% en 2020 a raíz de las medidas restrictivas y de confinamiento adoptadas por el Gobierno para contener la pandemia del COVID-19.
La institución augura que la caída en el segundo trimestre "será sensiblemente más intensa" y que la crisis del COVID-19 alterará el crecimiento que hasta ahora mantenía la economía española, que ya era "visiblemente reducido antes de esta crisis".
El PIB (producto interior bruto) de la economía española sufrió la mayor contracción intertrimestral de su serie histórica con una caída del 5,2% en el primer trimestre del año, unos meses que estuvieron marcados por el estado de alarma.
Por ello, el Banco de España solicita en su informe que el Gobierno de Pedro Sánchez active una "política económica ambiciosa" para hacer frente a los desafíos a los que se enfrenta la economía del país tras la pandemia.
Esta deberá "gozar de un alto grado de consenso entre los distintos agentes políticos, económicos y sociales" de forma que las bases sobre las que se asiente el crecimiento "sean estables".
El Banco destaca el duro impacto de la crisis sobre el ámbito laboral, donde se produjo una fuerte reducción de la afiliación a la Seguridad Social y el uso masivo de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
Otro de los ejes donde el organismo pide focalizar esfuerzos es el ámbito fiscal, donde ve "necesario" que el Gobierno "avance" en el diseño de un plan de consolidación fiscal a medio plazo, para ser aplicado una vez superada la crisis.
También recomienda que el fondo de recuperación europeo para la crisis del COVID-19 se destine a "determinadas inversiones que suelen contraerse más en tiempos de incertidumbre", como son el capital tecnológico o la formación.
Otros retos que el Banco sitúa para España en los próximos meses son:
- la transición hacia una economía sostenible con el medio ambiente;
- el reto demográfico;
- el apoyo y la inversión para fomentar el crecimiento empresarial;
- y la desigualdad entre la población.
"La gravedad de la situación creada por la pandemia ha acentuado el grado de necesidad y urgencia de dar una respuesta adecuada a estos desafíos", sostiene el organismo en su informe.
¿A quién afectará más la crisis?
Los sectores más golpeados por la paralización de la actividad durante el confinamiento en España son los vinculados con el turismo, la hostelería y el comercio minorista, nutridos sobre todo por trabajadores precarios, jóvenes y mujeres, que quedarán más expuestos a la crisis económica, según concluye un informe del Banco de España.
"La composición de la fuerza laboral de estos sectores, con un peso relativamente elevado de mujeres, jóvenes y trabajadores de rentas bajas, también condicionará la senda de recuperación del gasto y la evolución de la desigualdad en el futuro", señala el documento.
Estos sectores —las conocidas como “industrias sociales”— ocupan en un 44% a mujeres y en un 48% de los menores de 35 años.
El análisis del banco central incide en que precisamente estos colectivos ya presentaban "un mayor grado de vulnerabilidad de partida" antes de la pandemia, por lo que “disponen de menos recursos” para resistir el golpe de la crisis, haciendo que este sea “más persistente”.
En términos generales, el organismo supervisor pronostica que la pandemia agrandará la brecha de desigualdades heredada de la crisis económica de 2008.
"La sociedad y la economía españolas afrontan la crisis del COVID-19 con un nivel de partida en términos de desigualdad claramente superior al que se registraba a finales del anterior ciclo expansivo, previo a la crisis de 2008", apunta el informe.
Esto se refleja, por ejemplo, en que aumento del desempleo está afectando sobre todo a trabajadores temporales.
Ante este escenario, el Banco de España considera "imprescindible" abordar un refuerzo de las políticas activas de empleo para "incrementar el capital humano y reducir el desempleo de forma permanente".
De esta forma, añade, se puede evitar "un deterioro del capital humano de los desempleados y del potencial de crecimiento del conjunto de la economía".