Siete centrales térmicas españolas se apagan este 30 de junio definitivamente al finalizar el plan de vigencia del Plan Nacional Transitorio (PNT), un mecanismo de excepción aprobado por el gobierno de Mariano Rajoy que les permitía a las centrales de carbón emitir por encima de los límites de emisión establecidos por la Directiva de Emisiones Industriales hasta julio de 2020, fecha en la que debían cerrar si no se adaptaban a esos límites.
Miles de empleos perdidos.
— Teruel Memes (@TeruelMemes) June 28, 2020
Representando casi el 10% del PIB de la provincia.
Enmedio de la mayor crisis económica del país desde la guerra Civil.
Hasta siempre Central Térmica de Andorra pic.twitter.com/aNa1kngvto
Hoy rendimos tributo a todos los que han trabajado en esta central eléctrica que cierra definitivamente el próximo 30 de junio. Estamos agradecidos a #Compostilla y esperamos que quienes nos continúen en #Endesa estén agradecidos y orgullosos de nosotros. https://t.co/5cgf9T6r68 pic.twitter.com/JBQ6wkG2EA
— CCOO Endesa (@ccooendesa) June 22, 2020
El resto de plantas de carbón —que quedan previstas para su cierre después del 2020— son As Pontes, los grupos 3 y 4 de Alcudia, Litoral, Aboño, Soto de Ribera (propiedad de EDP, uno de los principales grupos eléctricos de Europa y el mayor de Portugal) y Los Barrios. Tal y como asegura Greenpeace, la única eléctrica que hasta la fecha no se ha pronunciado aún sobre fechas concretas de cierre, ni ha presentado la solicitud para que esto se produzca de forma ordenada y planificada, ha sido EDP.
Los motivos de la clausura de las térmicas, como ha apuntado la plataforma, se deben a una mezcla de factores como las políticas medioambientales, las decisiones empresariales y, especialmente, la situación del mercado energético, que cuenta con un precio de CO2 más alto y un precio de gas menor. Esto provoca que el precio del CO2 que se paga al contaminar hace que producir electricidad con carbón sea mucho más caro y que las plantas que usan gas las hayan expulsado del mercado eléctrico aprovechando su bajo coste.
Endesa, la sexta más contaminante de Europa
La realidad actual del mercado energético ha acabado dando la razón a las organizaciones que alertaban desde hacía mucho tiempo que el carbón no tiene cabida en la transición energética y que había que apostar por las fuentes renovables como solución para tener un medio ambiente limpio. El informe Last Gasp, publicado en 2018 con datos de 2016, estimó que las centrales de carbón produjeron 7.600 muertes prematuras, 3.320 nuevos casos de bronquitis y 137.000 días de síntomas de asma en niños en toda Europa.
Además, tres de cada cuatro toneladas de gases de efecto invernadero (GEI) se originan en el sistema energético, por lo que su descarbonización constituye "la piedra angular" sobre la que desarrollar la transición energética hacia un modelo menos contaminante, afirma el Ministerio de Transición Ecológica en su Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) presentado a la Comisión Europea. Por su parte, las organizaciones que forman parte de la plataforma creen que es el momento para "construir un futuro más limpio" y aprovechar la salida de la crisis sanitaria por COVID-19 para crear un camino de recuperación verde que permita hacer frente a la emergencia climática, con una "economía resiliente" que no deje atrás a nadie.