La ONU y sus socios estiman en 3.800 millones de dólares el presupuesto que se requiere para el trabajo humanitario dentro de Siria, donde más de 11 millones de personas necesitan ayuda y protección; y en 6.040 millones de dólares, la suma para ayudar los refugiados y fomentar la resiliencia en los países vecinos de Siria. Actualmente, ambos planes están financiados en un 30 y un 19%, respectivamente.
El secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y coordinador del Socorro de Emergencia de la ONU, Mark Lowcock, recordó que "el conflicto en Siria dura casi tanto como la primera y la segunda guerra mundial combinadas".
"Toda una generación de niños no ha conocido más que dificultades, destrucción y privaciones. Casi 2,5 millones de niños no van a la escuela. La economía se está desmoronando, millones siguen desplazados y cada vez más personas pasan hambre. El mundo puede hacer algo al respecto mañana", resaltó.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, señaló por su parte que la crisis del COVID-19 "ha tenido un impacto inmediato y devastador sobre los medios de subsistencia de millones de refugiados sirios y sus anfitriones en la región.
La Unión Europea y la ONU son copresidentes de la cuarta conferencia internacional en apoyo al futuro de Siria y de la región que tendrá lugar en Bruselas el 30 de junio; debido a las medidas de distanciamiento social, el foro se celebrará en formato virtual.
En la conferencia del año pasado, la comunidad internacional se comprometió a desembolsar 7.000 millones de dólares en apoyo a los programas humanitarios, de resiliencia y desarrollo en Siria. Los donantes abonaron la totalidad de esta suma en 2019 y aportaron incluso fondos adicionales.