La razón es que las cavidades nasales producen óxido nítrico o NO, según su nomenclatura química. Aumenta el flujo sanguíneo a través de los pulmones y eleva los niveles de oxígeno en la sangre. Además, tiene poderes antivirales.
Así lo explica Louis J. Ignarro, profesor de Farmacología Molecular y Médica de la Universidad de California en Los Ángeles. Fue uno de los tres farmacólogos que ganaron el Premio Nobel en 1998 por descubrir cómo se produce el óxido nítrico en el cuerpo y cómo funciona.
El papel del óxido nítrico en el cuerpo
El óxido nítrico es una molécula de señalización muy difundida que desencadena muchos efectos fisiológicos. También se utiliza clínicamente como gas para dilatar las arterias pulmonares en los recién nacidos con hipertensión pulmonar.
Además, el NO relaja los llamados músculos lisos de las arterias para que funcionen correctamente. También juega un papel clave en la erección del pene. Este descubrimiento condujo al desarrollo y comercialización del sildenafil, comercialmente conocido como Viagra, que funciona potenciando la acción del óxido nítrico.
Otros tipos de células del cuerpo, entre ellas los glóbulos blancos circulantes y los macrófagos de los tejidos, producen óxido nítrico con fines antimicrobianos.
Cómo el óxido nítrico mata a los virus
En un estudio in vitro realizado en 2004 durante el último brote de otro virus del grupo SARS, el NO logró aumentar la tasa de supervivencia de las células de mamíferos con núcleo infectado por el virus. Esto sugirió que el óxido nítrico tenía un efecto antiviral directo. En un pequeño estudio clínico también realizado en 2004, el NO inhalado fue efectivo contra el SARS-CoV en pacientes gravemente enfermos con neumonía.
El NO inhalado se encuentra actualmente en ensayos clínicos para el tratamiento de pacientes con COVID-19. Los investigadores esperan que tres acciones principales del óxido nítrico puedan ayudar a combatir la infección: dilatar las arterias pulmonares y aumentar el flujo sanguíneo a través de los pulmones; dilatar las vías respiratorias y aumentar el suministro de oxígeno a los pulmones y a la sangre; matar e inhibir directamente el crecimiento y la propagación del coronavirus en los pulmones.
El óxido nítrico se produce en la cavidad nasal, pero no en la boca, y el NO producido en la cavidad nasal es químicamente idéntico al que se usa clínicamente por inhalación. Así que al inhalar a través de la nariz, la sustancia va directamente a los pulmones, donde aumenta tanto el flujo de aire como el de sangre y mantiene a raya a los microorganismos y las partículas de virus.