Las naciones de la región debieron disminuir sus esfuerzos en el combate al sarampión, el dengue y la tuberculosis para poder concentrarse en el COVID-19, y eso podría tener graves consecuencias, según expertos. Además, el cese de vuelos obstaculizó la distribución de vacunas.
"Puede ocurrir que haya un rebrote de sarampión ante la falta de vacunación", alertó la presidenta de Confederación Iberoamericana de Medicina Familiar, Jacqueline Ponzo, en diálogo con Sputnik. La médica y epidemióloga uruguaya señaló que en la región latinoamericana, a diferencia de Europa, se ve "con preocupación" la coexistencia de COVID-19 con otras enfermedades, como el dengue y la tuberculosis.
Ponzo subrayó que estas epidemias afectan a "la población de países periféricos y menos favorecida".
"Cuando el sistema de salud de un país baja sus defensas y descuida las vacunas, van a aparecer brotes de enfermedades que antes estaban controladas. El dengue, la tuberculosis y el sarampión pueden ser algunas de las enfermedades que proliferen a partir del COVID-19", agregó Idrobo, quien también es magíster en epidemiología y jefe médico de la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica Colombia.
Otros datos
En el mundo, de los 29 países que han suspendido actualmente las campañas de sarampión debido a la pandemia, 18 están informando nuevos brotes, informó el diario estadounidense The New York Times.
Además, el cólera se encuentra en Sudán del Sur, Camerún, Mozambique, Yemen y Bangladesh.
El sarampión también se está propagando en Bangladesh, Brasil, Camboya, República Centroafricana, Irak, Kazajstán, Nepal, Nigeria y Uzbekistán.
Dengue
Salazar Idrobo explicó que el hecho de que la población está confinada en sus casas, sin buena ventilación en sus casas, puede favorecer al aumento de casos de dengue, enfermedad transmitida por el mosquito Aedes Aegypti.
El 25 de junio, la Organización Panamericana de la Salud informó que en los primeros cinco meses del año se reportaron en las Américas más de 1.6 millones de casos de dengue, la mayoría en Brasil (1.040.481), representando el 65% del total, y luego de Paraguay (218.798), Bolivia (82.460), Argentina (79.775) y Colombia (54.192).
Sin precedentes
Ponzo, quien también es profesora adjunta de la Facultad de Medicina de la pública Universidad de la República Oriental del Uruguay, dijo a Sputnik que la pandemia ha generado un impacto en la vida de las personas que no tiene antecedentes.
"Tal vez la epidemia del sida fue algo similar en cuanto a una enfermedad que impactó en la vida de las personas y generó un cambio de conducta. Pero el COVID-19 está afectando a todos los aspectos de la vida, en la economía, educación, salud, actividades artísticas. La salud es una dimensión integral que se ve afectada por todos estos aspectos", reflexionó.
La respuesta que dio el sistema sanitario a la pandemia fue replegarse y concentrarse en el COVID-19, explicó.
La especialista afirmó que las personas también se "replegaron", ya que no pedían sus medicamentos, lo que pone "en peligro seriamente" la salud de la población.