"La agenda del país la va a marcar la epidemia (...), posiblemente no podamos ni ir a las urnas", dijo este 23 de junio a medios locales Prieto, responsable del registro diario de la evolución de la pandemia, en línea con el discurso de la presidenta transitoria Jeanine Áñez.
Los contagios y los decesos se duplicaron en las dos últimas semanas, a la par de la disputa política sobre la fecha de las elecciones, cerrada por ahora tras la decisión de la presidenta Áñez de firmar la ley que había rechazado previamente con el argumento de la seguridad sanitaria.
Ley promulgada
Áñez pretendía posponer los comicios por lo menos hasta noviembre, lo que sus opositores denunciaron como intento de prorroguismo de la gobernante provisional que asumió en noviembre de 2019 con el mandato constitucional de convocar a elecciones en un plazo de tres meses, ya ampliamente vencido.
El jefe de Epidemiología dijo que la pandemia podría alcanzar su punto más alto de contagios, al menos 130.000, entre julio y agosto, con riesgo de una segunda ola aún más grave entre septiembre y octubre.
"Me aterra, la gente no entiende que estamos ante un peligro real (…); estamos empezando la aceleración hacia una masificación que se está llevando vidas y en este momento no sabemos dónde está el virus, cualquiera puede infectarse", declaró Prieto a radio Fides.
En una declaración previa a la red de televisión Unitel, el responsable de Epidemiología dijo que Bolivia debería aprender de lo que estaba pasando en Chile y Perú, sus dos vecinos occidentales que han sido golpeados con dureza por la pandemia, con altas cifras de contagios y decesos.
Señaló que en Bolivia la situación puede ser relativamente mucho más grave cuando se alcance el máximo impacto del nuevo coronavirus, por la precariedad del sistema de salud, carente de suficientes profesionales y equipamiento.
Añadió que, en esta perspectiva, Bolivia debería seguir concentrando sus esfuerzos en prevenir contagios mediante el refuerzo del confinamiento y una toma colectiva de conciencia sobre las medidas de bioseguridad.
Prieto confió en que la sociedad boliviana no bajará la guardia de la seguridad sanitaria durante la campaña proselitista que se prevé será reabierta en la segunda quincena de julio.