"El protocolo se cumplió absolutamente, al 100%", dijo a Canal 13 la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza.
Al funeral del sacerdote Bernardino Piñera, que se realizó el 21 de junio, asistieron músicos y fotógrafos oficiales, a pesar de que el protocolo sanitario obliga a que a los funerales de personas con COVID-19 asista solo un grupo pequeño de personas del núcleo cercano al fallecido.
Además, durante la ceremonia, que fue transmitida en vídeo, una persona se acerca al féretro y lo abre, a pesar de que el exministro del Interior y primo de Piñera, Andrés Chadwick, gritó: "¡Eso no se puede hacer!".
No te puedo creer el nivel de este tipo, que se supone es el Presidente...
— Vagabundo ilustrado (@vagoilustrado) June 22, 2020
En el funeral de Bernardino Piñera, Sebastián quiere que se abra cajón para despedirse (entre gritos de algunos que no quieren porque infringe el protocolo). Se lo abren igual, porque si el quiere, puede: pic.twitter.com/nPaOYhywCW
"Sebastián quiere verlo", respondió la mujer, quien finalmente abrió el ataúd mientras Piñera se acercó a mirar.
Según la subsecretaria, el protocolo se cumplió porque el féretro tenía un vidrio que impedía el contacto con la víctima, aunque no se refirió a los músicos ni fotógrafos que asistieron al lugar.
La mañana de este 22 de junio fue tendencia en Twitter el hashtag #NoSePuedeAbirir, con críticas a la actitud del mandatario.
El 3 de marzo se confirmó en Chile el primer caso de COVID-19, y el 19 del mismo mes comenzó a regir el estado de catástrofe en todo el territorio nacional: se cerraron las fronteras para extranjeros no residentes, se prohibieron los eventos de más de 50 personas y se decretó toque de queda nocturno.
Chile se encuentra entre los 10 países del mundo con más cantidad de contagios totales de coronavirus, superando a Irán y Alemania.