La arena no es precisamente su hábitat, pero allí eclosionaron tras dos meses en que estuvieron dentro de los cascarones de los huevos. Ahora deben llegar al mar, en donde encontrarán alimento.
Esa misma historia se repite en Santa Cruz, la segunda isla más grande después de Isabela.
En Isabela, desde el inicio de la temporada de anidación de tortugas marinas jóvenes, los habitantes de la comunidad participan en el seguimiento de este proceso en las playas cercanas a Puerto Villamil, donde marcaron y protegieron 11 nidos de tortuga verde.
A inicios de este mes, los huevos de seis nidos eclosionaron en las playas de Puerto Villamil.
El Parque Nacional Galápagos lleva adelante una iniciativa que permite la participación de público no especializado en el cuidado del ambiente. Se trata de un denominado programa de "ciencia ciudadana".
La comunidad colabora activamente en el cuidado de los nidos en las dos islas y evita que gatos o perros se acerquen a comerse los huevos o los neonatos. También las protegen poniendo cercos para que puedan eclosionar y llegar a la playa.
De acuerdo con datos del Parque Nacional Galápagos, entre enero y marzo pasado se registró en el Archipiélago el mayor período de anidación de estas tortugas: unas 669 anidaron en Quinta Playa, en Isabela, y Las Bachas, en Santa Cruz.
Las tortugas verdes anidan cada dos o tres años, unas dos o tres veces en el año. Ponen sus huevos en el nido y mientras maduran en unas dos semanas regresan a anidar.
Para que eclosionen los huevos se requiere alrededor de 45 días, el número de huevos varía pero en promedio son unos 80.
El camino que tienen que recorrer las tortugas desde que salen del nido hasta llegar al mar está lleno de peligros. No todas tiene suerte: a muchas se las comen los cangrejos o las fragatas por lo que el 50% puede morir.
Se estima que de cada 1.000 tortugas marinas que nacen solo una llega a ser adulta por la serie de amenazas que tienen, por eso la propia naturaleza juega su parte para la supervivencia de la especie: cada hembra pone una gran cantidad de huevos.
Varios tipos de peligros
Eduardo Espinosa, responsable de monitoreo de ecosistemas del Parque Nacional Galápagos, cuenta a Sputnik que cada año las poblaciones de nidos varían, pues inciden varios factores como la pesca incidental, la basura de los océanos, sobre todo el plástico y las redes, e incluso el cambio climático.
Como consecuencia del cambio climático, mientras tanto, el nivel de las aguas del mar a los huevos, y cuando la temperatura del agua es muy alta las tortugas no regresan a los sitios de anidación.
El fenómeno climático de El Niño, relacionado con el calentamiento del Pacífico oriental ecuatorial, por efectos del cambio climático se ha vuelto más frecuente y más intenso, lo que en Galápagos causa un impacto bastante fuerte en la dieta marina.
Igual situación se vive con el fenómeno de La Niña: cuando las temperaturas ecuatoriales disminuyen y comienza la fase fría, también se afectan las tortugas marinas no solo en la reproducción sino en la disponibilidad de alimentación, pues las algas, por ejemplo, disminuyen.
Millones de años
Las tortugas marinas son parte de un grupo de reptiles que han recorrido los mares de la tierra durante los últimos 100 millones de años.
La mayoría de tortugas marinas a nivel mundial se encuentran en la lista roja de la UICN.
Según Espinosa, en el mundo hay 7 especies de tortugas marinas, de las cuales 6 están registradas para las Américas, de ellas hay 4 en Galápagos, pero solo la Chelonia Mydas anida en Galápagos, las otras llegan a las islas a alimentarse o reproducirse.
Las tortugas marinas cumplen funciones muy importantes en el reciclaje de las playas, cada vez que anidan hacen huecos y eso hace que la arena de las playas se mantengan en buen estado , así mismo en el ecosistema marino ellas tienen que mantener el estado de las poblaciones de algas, se llaman especies ingenieras porque forman parte de un rol ecológico muy importante.
"Si no hubiera tortugas marinas hubiera sobreexplotación de ciertas especies como algas o invertebrados y tampoco hubiese reciclaje de las playas", dice Espinosa.
En Galápagos el 97% de área terrestre es protegida por lo que no se pueden usar las playas donde las tortugas anidan, hay pocos sitios donde hay anidación y turismo y en estos hay reglas muy estrictas de los sitios por dónde pueden pasar los turistas.