Bajo el lema "También somos cultura", los manifestantes alzaron su voz ante, a su parecer, el injusto trato que recibe la industria taurina por parte de las instituciones. Con pancartas que rezaban "la tauromaquia es cultura", banderas de España y carretones de entrenamiento para toreros, los participantes dieron un rodeo a la plaza de toros en un acto de reivindicación de la fiesta.
La marcha, que se realizó con ocho días de retraso tras denegarse el permiso de concentración, inundó los alrededores de la madrileña plaza de toros el mismo día en el que se levantó el estado de alarma. Recorrido en el que participaron aficionados, toreros, asociaciones taurinas y también políticos. Así, en los aledaños de Las Ventas se pudo ver al diputado del PP Adolfo Suárez Illana, a la presidenta de Vox en la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, y al vicesecretario de relaciones internacionales de este mismo grupo político, Iván Espinosa de los Monteros.
Crítica dirigida al Gobierno después de que varias asociaciones del mundo taurino denunciaran y pidieran la dimisión del ministro de Cultura, Juan Manuel Rodríguez Uribe, por ignorar al sector. Alegaban que el político desoía sus peticiones y no entendían el silencio del organismo ante la presencia de la tauromaquia en las ayudas destinadas a las industrias culturales.
"El sector taurino exige su dimisión como ministro de Cultura y el comienzo de conversaciones con un ministro que entienda la cultura en toda su amplitud, un ministro que haga honor a su cargo", decía la carta del presidente de la Fundación Toro de Lidia, Victorino Martín, dirigida a Uribe.
Un sector en el que trabajan de manera activa 5.417 personas según los últimos datos del Ministerio de Cultura, que datan de 2018. Un ámbito que se enfrenta a la continuada reducción del número de espectáculos. Entre 2007 y 2018, las plazas habrían acogido un 58% menos.
