Actualmente atacar un gran número de objetivos simultáneamente no es tarea fácil. Existe el riesgo de que todas las GBU-53/B StormBreaker desplegadas en un área apunten contra el mismo blanco e ignoren al resto. Además, el ancho de banda puede ser insuficiente para que quienes las operan sean capaces de controlarlas todas a la vez.
El nombre de esta iniciativa coincide con el del estado mongol que existió entre 1224 y 1493, el único en la historia capaz de someter a Rusia.
A su vez, el nombre y el concepto de StormBreaker se parecen a los del programa DARPA Assault Breaker que fue desarrollado en la década de 1980. Tenía como objetivo aniquilar las formaciones blindadas soviéticas con una lluvia de munición capaz de escanear el campo de batalla e identificar los tanques.
Aun así, el GBU-53/B StormBreaker es una bomba mucho más capacitada que otras armas inteligentes desarrolladas hasta la fecha. Cuenta con un avanzado buscador de radar de ondas milimétricas y un sensor infrarrojo. Su característica técnica tal vez más peculiar es un nuevo modo que le permite deslizarse hacia un área objetivo y atacar blancos sin que un humano intervenga. Es capaz de golpear vehículos en movimiento —como tanques— incluso operando en condiciones meteorológicas adversas, como baja visibilidad y oscuridad total.
El StormBreaker es una bomba ligera que pesa menos de 113 kilos. Así que es fácil para un avión transportar un gran número de ellas. Un F-15E será capaz de transportar 28 unidades y un F-35, hasta 24. Además, hay planes de equipar con ellas a los bombarderos B-52, B-1B y B-2. Por ejemplo, el B-1B podría transportar a bordo 96 bombas de este modelo.