El 15 de junio arrancó la Semana Mundial Sin Carne, una iniciativa lanzada por la organización World Meat Free Week —apoyada por ProVeg y otro organismos—, con el objetivo priorizar la proteína vegetal frente a la proteína animal, a la vez que se derriban prejuicios contra una alimentación plant-based, aquella que se centra en alimentos procedentes de fuentes vegetales.
Pero, ¿qué opinan los nutricionistas al respecto? ¿puede una proteína vegetal suplir los beneficios de las carnes? Reina García, doctora en Medicina y especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y nutrición, considera que priorizar la proteína vegetal frente a la proteína animal es, sin duda, beneficioso para la salud, además de serlo para "el planeta y la huella de CO2".
"Existe evidencia científica clara de que una dieta basada en vegetales se asocia a menor mortalidad por todas las causas y a un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer", explica la doctora Reina García.
No obstante, matiza, no quiere decir que la dieta más saludable sea una dieta vegana estricta, sin ninguna fuente de proteína animal. "No todas las proteínas de origen animal son negativas para la salud, sino que determinadas fuentes animales son saludables y aportan nutrientes esenciales —como la vitamina B12 y la D— que no podemos obtener de otras fuentes".
Por su parte, la doctora Ana María Luzón quien además es miembro de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, cree que las proteínas de origen animal tienen una calidad mayor que las de origen vegetal a la hora de poder formar estructuras en nuestro organismo:
"Cuando se lleva una dieta basada exclusivamente en alimentos de origen vegetal se produce un déficit de vitamina B12. Esto, a mi parecer, indica que el ser humano está adaptado a una dieta omnívora. Otra cosa es que es mucho más saludable tomar pescado o carnes blancas (aves) que carne roja de manera habitual", explica Luzón.
"Además del déficit de vitamina B12, el hierro de origen vegetal es del tipo no hemo, que es peor absorbido que el hierro de alimentos de origen animal tipo hemo. Respetando todas las opciones de alimentación, hay que saber que suprimir totalmente los alimentos de origen animal de una dieta, requiere recurrir a suplementos", prosigue la doctora.
"Ni todo lo animal es malo ni todo lo veggie es bueno"
Según explica la propia organización ProVeg en su página web —la cual está presente en presente en países como España, Reino Unido, Países Bajos, Alemania y Polonia—, eliminando el consumo de carnes durante una semana cada persona salvaría un animal, 41 metros cuadrados de plantación, se reduciría la contaminación de los vehículos en 207 kilómetros y se ahorraría más de 6.900 litros de agua. La misma organización lanzó el pasado mes de marzo otra campaña llamada Veggie Challenge en la que proponían 30 días de ayuno de proteína animal en lugar de una semana de alimentación con proteína vegetal.
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— ProVeg España (@provegES) June 15, 2020
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Para la doctora García, eliminar totalmente la proteína animal a largo plazo no parece ser la mejor solución para la población general sin riesgo de ciertas deficiencias nutricionales aunque "no tiene consecuencias significativas para la salud" afirma. No obstante, al igual que la doctora Luzón, García sostiene que a más largo plazo se requeriría tomar suplementos, "sobre todo de vitamina B12, vitamina D y ácidos grasos omega 3 de cadena larga".
"También se ha de tener en cuenta que, dado que las proteínas de origen vegetal suele ser de peor calidad que las de origen animal pues no contienen todos los aminoácidos esenciales (excepto la soja y derivados como el tofu o seitán), es necesario variar la fuente y tomar legumbres (limitadas por la falta de metionina), cereales integrales (limitados por la falta de lisina) y frutos secos (también limitados por la lisina), a lo largo del día para conseguir todos esos aminoácidos esenciales y poder sintetizar adecuadamente todas las proteínas que requiere el organismo".
Además, según explica la doctora García, es importante tener en cuenta que no todos los alimentos de origen vegetal son saludables. "Por ejemplo, alimentos vegetales, pero ultraprocesados pueden llevar un exceso de grasas saturadas (a partir del aceite de palma y de coco, por muy de moda que esté el aceite de coco), trans (aceites vegetales parcialmente hidrogenados) y aditivos. Es importante que una dieta plan-based sea también basada en alimentos poco procesados, preferiblemente de temporada y de proximidad", recalca, "ni todo lo que es animal es malo ni todo lo que es veggie es bueno…"
La alimentación y el coronavirus
Distintos expertos advirtieron que una dieta equilibrada podría ayudar a combatir el coronavirus. Preguntamos a las expertas si en este contexto "post-covid" —donde tener una buena alimentación es clave "para fortalecer el sistema inmunológico"—, es el mejor momento para eliminar las propiedades de la carne de una dieta saludable.
La nutricionista Ana Luzón cree que los alimentos de origen animal forman parte de una dieta equilibrada, y por ello, "no se deben suprimir totalmente". Asimismo, la doctora García, quien además posee un máster en Epidemiología, considera que, aunque todavía no existen resultados de estudios específicos sobre dieta y COVID-19, "existe evidencia indirecta" de que una dieta equilibrada, y especialmente rica en nutrientes inmunomoduladores, "puede ayudar a prevenir la enfermedad o a favorecer su curación".
"El déficit de vitamina D y de ácidos grasos de cadena larga omega 3 probablemente estén implicados en una peor evolución de la enfermedad. También podrían estar implicados otras vitaminas (A, C) y minerales (Zn, Se, Mg), etc.", afirma la doctora García.
"Lo que eliminaría de la dieta para prevenir el COVID sería lo que eliminaría para cualquier dieta saludable: carne roja y procesada y alimentos refinados y ultraprocesados, y sí, basaría la dieta en alimentos de origen vegetal (ensaladas, verduras, frutas, frutos secos, semillas, legumbres, cereales integrales), pero sin eliminar pescados ni huevos, y tomando cantidades moderadas-bajas de lácteos como el yogur y, sólo como opción o de modo más esporádico, de carnes blancas", apunta García.
"Desde luego, lo que no es saludable y sí pernicioso para la salud es tomar un exceso de carne roja y de carnes procesadas (embutidos, salchichas, etc), y de lácteos y especialmente derivados lácteos procesados (natillas, batidos, postres lácteos, helados)", concluye la doctora en Medicina y especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública.