Según el piloto, durante la verificación de los sistemas de la aeronave, se detectan cada vez menos fallas, y en algunos casos son los pilotos los que crean situaciones de emergencia "para evaluar los sistemas de redundancia y reconfigurar el avión con el fin de mitigar las consecuencias de una falla".
"Por ejemplo, hace poco mi colega y yo una vez más pilotamos más de dos horas un MC-21 con un motor apagado para evaluar el funcionamiento de los sistemas de la aeronave en una situación así", dijo Mutovin.
El piloto añadió que el cuarto MC-21-300 experimental demostró una alta confiabilidad de todos los sistemas durante el primer vuelo y durante el traslado al aeródromo de Zhukovski, cerca de Moscú, en marzo de este año.
En general, el avión se comporta muy bien en todos los modos de vuelo, incluidos los críticos.
"Se ha probado en todo el rango de altitudes y velocidades, en vuelos largos a distancias típicas de esta clase de aviones, en todos los rangos de peso y centrado", precisó.
Cuantas más fallas se detectan durante las pruebas, más defectos serán eliminados por los diseñadores y fabricantes, con lo que la operación de la aeronave será más segura para los pasajeros y más eficaz para las aerolíneas, afirmó el piloto.
Rusia está desarrollando el modelo MC-21-200 con capacidad para 132 a 165 pasajeros y el modelo MC-21-300 para 150 a 211 pasajeros.
El primer vuelo del MC-21 tuvo lugar el 28 de mayo de 2017. La finalización de la certificación está programada para 2020. La producción en masa comenzaría en 2021.
Está previsto que el primer operador del avión sea la aerolínea rusa Aeroflot.
Actualmente, el avión está sometido a pruebas con motores extranjeros Pratt & Whitney PW1400G, pero se planea comenzar este año las pruebas con motores domésticos PD-14.