"Ahora tenemos una batalla electoral con todas las medidas y protocolos de seguridad por la pandemia del coronavirus. Venezuela se dirige a un proceso electoral obligatorio, para elegir una nueva Asamblea Nacional (parlamento unicameral) con el voto del pueblo, que se instale el cinco de enero del año 2021", indicó el mandatario.
El presidente dijo que la población tiene "una oportunidad de oro" para cambiar la Asamblea Nacional, teniendo en cuenta que en 2015 la oposición obtuvo mayoría y desde entonces se han registrado pugnas de poder.
Maduro acusó a la oposición de destruir el poder legislativo venezolano y de utilizarlo para robarse Citgo y Monómeros, las filiales de Petróleos de Venezuela S.A (PDVSA) en Estados Unidos y Colombia, respectivamente.
Durante su alocución, transmitida por el canal estatal Venezolana de Televisión, durante una actividad del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela, Maduro dijo que es el momento de sacar a la oposición del parlamento, para "hacer un gran cambio necesario".
"Pueblo de Venezuela, se acerca la hora, se acerca el día, se acerca el momento que con el voto popular vamos a sacarlos de la Asamblea Nacional. Los vamos a sacar. Y vamos a hacer un gran cambio necesario, en la estructura de la Asamblea Nacional. Llegó la hora del cambio", dijo.
Los venezolanos, dijo Maduro, no sabían lo que era la Asamblea Nacional hasta el PSUV perdió su control.
La actual Asamblea Nacional se encuentra bajo una sentencia de desacato desde junio de 2016; seis meses después de haber sido nombrada, el Tribunal Supremo de Justicia declaró como nulas e írritas todas sus acciones asegurando que se negaba a reconocer sus decisiones y las del resto de los poderes del país.
Sin embargo, en los últimos años los diputados se siguieron reuniendo en el parlamento y aprobando leyes que fueron declaradas como nulas por el Tribunal Supremo.
En 2019, la crisis se agudizó cuando la Asamblea desconoció al ejecutivo y el entonces presidente de ese poder, Juan Guaidó, se autoproclamó como mandatario interino y desconoció las elecciones de 2018.
El presidente de Venezuela también llamó a la Unión Europea (UE) a ocuparse de la crisis que generó la pandemia por COVID-19 y no de los asuntos internos del país sudamericano.
Esta reacción se produjo luego de que la UE dijo que lamentaba los "obstáculos" a la democracia en Venezuela por las últimas decisiones del Tribunal Supremo de Justicia respecto a la renovación del Consejo Nacional Electoral y la destitución de la directiva del partido Acción Democrática, una de las organizaciones políticas opositoras tradicionales del país.
El bloque considera fundamental que se permitan elecciones "libres y justas" que respeten los estándares internacionales.