"Recientemente creamos un departamento que se ocupa de las tecnologías genéticas en la vinificación y la viticultura", dijo Naraikin en una entrevista al periódico Rossiyskaya Gazeta.
Agregó que este es "un ámbito de las tecnologías genéticas muy interesante e importante, tanto desde el punto de vista de la ciencia fundamental como de la aplicación práctica".
El experto explicó que si en la viticultura y la enología clásicas las personas experimentaron durante siglos desarrollando nuevas variedades con ciertas propiedades, hoy en día se puede hacer lo mismo muchas veces más rápido utilizando la ingeniería genética.
"Conociendo el genoma, usted puede cambiar las propiedades de la planta a su gusto, seleccionando las mejores opciones", dijo.
Añadió que "la base genética nacional es de gran importancia para garantizar, entre otras cosas, la seguridad alimentaria del país, y, desde un punto de vista más amplio, la seguridad nacional en todos sus componentes".