El debate sobre el racismo institucional en Estados Unidos que surgió a raíz del asesinato del ciudadano afroamericano George Floyd por parte de la policía de Minneapolis (estado de Minnesota, norte de Estados Unidos) ha llegado también a América Latina.
Sin embargo, no es la primera vez que en la región se protesta contra crímenes de odio por parte de la policía, y hay numerosos casos vinculados a racismo y otras clases de discriminación por género, xenofobia, o clase, particularmente hacia la comunidad indígena.
Argentina
Argentina fue uno de los países que replicó las protestas por el asesinato de Floyd, a las que sumó, también, el reclamo por los casos nacionales de violencia policial de los últimos tiempos. Uno de los últimos casos que resonó en la prensa del país sudamericano fue el del vendedor senegalés Mbake Ndao.
"Mientras me encontraba en calle 47 y 7, retirándome con mis cosas, alguien me sujetó de atrás con los dos brazos sobre mi cintura y me arrojó en forma abrupta y brutal contra la pared", relató con la ayuda de un compañero senegalés que pudo traducir sus palabras. "Luego me tira contra el piso y un policía me agarra del cuello en forma tan fuerte que no podía respirar", declaró a la Fiscalía.
A mitades de mayo, otro asesinato de la Policía en el país colmaba la prensa local. El tucumano Luis Espinoza, peón rural de 31 años, fue baleado por la espalda el 15 de mayo por un policía de Monteagudo, localidad de la provincia argentina. Su cuerpo apareció siete días más tarde a 85 kilómetros del lugar donde fue atacado.
"A mí me separaron a un costado del camino, donde me seguían pegando. Me llevaron a un descampado para pegarme. Ahí escucho que él (Luis) grita que dejaran de pegarme y veo que uno de los policías levanta la mano con su arma y dispara hacia donde estaba mi hermano. No vi si le dieron. Ahí justo me volvieron a pegar y perdí el conocimiento. Yo tenía la esperanza de que se hubiera podido escapar a mi casa, pero no fue así", contó el hermano.
Un tercer caso conmocionó a Argentina semanas después. Los integrantes de la familia Saravia Fernández, de la comunidad indígena qom, oriundos de la provincia del Chaco, fueron golpeados, torturados y abusados sexualmente luego de que seis policías allanaran sin orden judicial su residencia.
Chile
Otro caso de negligencia policial recordado en Chile es el de la joven haitiana Joane Florvil, detenida injustamente por la Policía que la acusó de abandona hacia su hija, apartada de ésta, e internada en un hospital por no saber hablar español, lo que derivó en una muerte polémica en su momento.
México
En la noche del 9 de junio, Alexander, un joven de 16 años fue baleado hasta la muerte por policías en el estado sureño de Oaxaca en México.
Dicha manifestación había sido motivada por el asesinato de Giovanni López, albañil de 30 años detenido violentamente por la Policía del estado de Jalisco (oeste), y muerto poco después, en condiciones aún no esclarecidas.
Colombia
El caso del joven colombiano Anderson Arboleda, agredido y golpeado por efectivos policiales del departamento de Cauca, luego de que separar una pelea de vecinos.
Acusado de violar la cuarentena, lo golpearon en la cabeza y le echaron gas pimienta. Ya de vuelta en su casa se sintió peor y fue trasladado posteriormente a un hospital, donde murió de muerte cerebral dos días más tarde.