El lunar de Enzo Giraldelli Cestrai es un nevus melanocítico congénito. Aproximadamente el 1% de todos los bebés que nacen en el mundo tienen esta afección no cancerosa y el 15% de ellos lo tiene en la cabeza y en el cuello. Su madre, Carolina Giraldelli, no deja de decirle que su marca de nacimiento no es ningún tipo de defecto, sino "un beso de Dios".
Para aumentar su autoestima y evitar que el niño empiece a preocuparse por su aspecto, la mujer ha decidido pintarse uno similar en su propio rostro.
La mujer dijo que estaba tan emocionada cuando vio a su hijo recién nacido que ni una sola vez se preocupó por su lunar. Cuando nació, ella estaba tan feliz e ilusionada que simplemente agradeció a Dios tener a su bebé.
"Estaba feliz y agradecida. ¡Sentí en el fondo de mi corazón que esa pequeña marca no era importante y aquí la llamamos un beso de Dios!", explicó.
Cada vez que la brasileña sostiene a Enzo entre sus brazos, se pone frente al espejo y le repite que es hermoso e inteligente. Ahora que el niño puede hablar y entiende mejor lo que dice, su madre hace lo mismo todos los días. De esta manera, Carolina Giraldelli quiere que su hijo desarrolle confianza a medida que crece.
"Ya va a la escuela y es superinteligente, se relaciona con varios niños y mayores (...) Necesita tener una muy buena base emocional para que no se enfrente a ningún tipo de problema en su vida, y para que se lo tome como un regalo de Dios y se convierta en una persona fuerte y de referencia", recalcó.