En la grabación se ve cómo los hábiles técnicos instalaron sobre un antiguo Lada… 300 luces LED que normalmente funcionan como faros. Las instalaron por todo el auto taladrando orificios en todas las partes de su carrocería.
Cuando acabaron el laborioso proceso de montaje de las bombillas, decidieron dar una vuelta por el barrio de noche y ponerlas así a prueba. Resultó que uno de los principales problemas para manejar este auto fue la visibilidad, ya que tanta luz ciega a todos, incluido el conductor.
Las luces iluminaban con tanta fuerza, que en las imágenes captadas por el dron ni se puede reconocer la silueta del automóvil: solo se ve un enorme foco de luz.
Tras este experimento, los blogueros prometieron sumergir este automóvil con todas las luces encendidas bajo el agua si el vídeo recopila más de 250.000 me gusta, algo que hizo con creces.