La medida sanciona a la institución financiera cubana Fincimex, ruta usada por los emigrados para enviar dinero a sus familiares desde EEUU, así como a tres hoteles, dos centros internacionales de buceo, y un delfinario.
La reacción de las autoridades cubanas fue tajante. "El Gobierno imperial aplica nuevas sanciones que afectan al pueblo cubano, mientras que el pueblo norteamericano es duramente azotado por la pandemia y la escalada racista. Qué Gobierno tan inmoral, prepotente y perverso. Aquí no se rinde nadie", expresó el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.
Señaló que el 'deep state' estadounidense, "capitaneado por los sectores de ultraderecha en el Congreso y las agencias de inteligencia norteamericanas, incluidas las del Pentágono", está tratando de "propiciar el añorado sueño de derribar al Gobierno de Maduro, al Gobierno de Daniel Ortega, y de destruir a la Revolución cubana".
"No han tenido el menor reparo en implementar estas acciones de fuerza sabiendo que estas naciones se encuentran enfrentándose a dicha pandemia", subrayó.
Según el también analista político, periodista y escritor, el atentado contra la Embajada de Cuba en Washington, perpetrado el pasado 30 de abril, no es ninguna casualidad en este contexto, como tampoco lo es el silencio que mantienen la Casa Blanca y el Departamento de Estado respecto al ataque con arma de fuego a manos del individuo que disparó repetidas veces contra la sede diplomática de la nación caribeña.
"Una investigación sacaría a la luz cómo muchos de estos terroristas, que viven en EEUU y son a fin de cuentas sufragados por estas agencias, estarían implicados en estos hechos", manifestó, al apuntar que "actores que participaron en acciones terroristas en la década de 1990 están todavía activos".
Finalmente, Percy Francisco Alvarado Godoy arremetió contra la creciente actividad militar estadounidense en su 'patio trasero', denunciando que constituye "un inminente peligro para la paz" regional.