"La recuperación del ejercicio pleno de nuestra soberanía sobre los territorios insulares y espacios marítimos ocupados, respetando el modo de vida de sus habitantes (…) constituye un objetivo permanente e irrenunciable de todos los argentinos", señaló en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Dado que la Constitución reconoce los derechos soberanos del país en el Atlántico Sur, el Gobierno de Alberto Fernández sostuvo que "está abocado al diseño y la implementación de políticas de Estado para la consecución de ese objetivo permanente e irrenunciable".
Durante su discurso de asunción ante la Asamblea Legislativa en diciembre de 2019, el presidente Alberto Fernández afirmó que "no hay más lugar para colonialismos en el Siglo XXI".
El Ejecutivo busca por ello el apoyo de la comunidad internacional en la Cuestión de las Islas Malvinas.
"Las ilegítimas actividades de exploración y explotación de recursos naturales y la desproporcionada e injustificada presencia militar británica en el Atlántico Sur son acciones contrarias a la resolución 31/49 de la Asamblea General de Naciones Unidas", recordó el ministerio que conduce Felipe Solá.
Esa resolución insta a las partes a abstenerse de introducir modificaciones unilaterales en la situación mientras continúe pendiente la disputa de soberanía.
Respaldan la necesidad de reanudar las negociaciones bilaterales no solo diez resoluciones de la Asamblea General y 37 resoluciones del Comité Especial de Descolonización de la ONU, sino numerosas declaraciones de foros multilaterales tales como la Organización de Estados Americanos, (OEA), el G77 más China, la Cumbre Iberoamericana, la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (Celac), el Mercosur, el Parlasur, el Foro de Cooperación América del Sur-África (ASA) y la Cumbre Países Árabes-Sudamérica (ASPA).
Argentina reclama la soberanía de las Islas Malvinas desde que fueron ocupadas por Reino Unido en 1833.