"Hong Kong es un asunto de la política interna de China que no está sujeto a injerencia externa", dijo Wang citado en un comunicado.
El canciller chino enfatizó que el Reino Unido es miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y deber servir como ejemplo a la hora de respetar los principios de las relaciones internacionales y no interferir en los asuntos internos de otros países.
El primer ministro británico, Boris Johnson, aseguró que Londres está dispuesto a cambiar la reglamentación en materia de visados para los habitantes de Hong Kong si China aprueba la mencionada ley.
En opinión de Johnson, esa ley podría "poner límites a la libertad y socavar seriamente la autonomía" de Hong Kong.
A este respecto, Wang recordó que China nunca ha interferido en los asuntos internos del Reino Unido.
El jefe de la diplomacia china explicó que la ley de seguridad nacional de Hong Kong ayudará a garantizar mejor los derechos y las libertades de los habitantes de esa región, así como permitirá a los extranjeros tener una vida más tranquila en la autonomía.
La nueva normativa, que prohíbe cualquier actividad secesionista o subversiva, cuenta con el apoyo del Ejecutivo local, pero ha detonado protestas de los que temen una erosión de la autonomía y las libertades en Hong Kong.