El canadiense Randall Reeves, que dirige este panel, explicó a Sputnik que la investigación, iniciada en 1994, se basa en imágenes que permiten identificar a cada cetáceo.
"A muchas ballenas las conocemos de cara gracias a este método de identificación. Tenemos en nuestro catálogo de ballenas más de 300 fotos de especímenes individuales. Entenderá que no todos siguen vivos, porque el estudio ya tiene 25 años, pero estimamos que quedan unos 230", dijo Reeves.
Su colega del panel, Justin Cooke, agregó que el número de ballenas en la zona se había duplicado.
Creada en 1948, la UICN es la red ambiental más grande del mundo que integra a más de 1400 organizaciones y cuenta con la aportación de unos 15 000 expertos.
En la década de 1980, algunos de estos cetáceos fueron avistados cerca de la isla de Sajalín, donde hay grandes depósitos de petróleo, gas y otros recursos naturales en alta mar.
Durante más de 15 años, expertos de WGWAP (por las siglas en inglés del Panel de asesoramiento sobre las ballenas grises del Pacífico occidental han asesorado a Sakhalin Energy, uno de los principales operadores de petróleo y gas en la región, así como a otras partes interesadas, sobre la conservación y recuperación de esta especie.